Muy por el contrario del mítico héroe griego, Aquiles, a quien se atribuía una invulnerabilidad casi absoluta, salvo por la debilidad de su talón, el gobierno de Morelos no tendría uno, sino muchos talones de Aquiles, igual y hasta uno o más por cada aspecto que se analice. En ese sentido, el gobierno actual está plagado de vulnerabilidades en lo político, lo social, lo económico, lo legal, lo turístico y si quiere puede usted completar la larga lista de etcéteras.
La frase del “talón de Aquiles” se emplea para hacer referencia a las debilidades de las personas y las cosas, pero también de las instituciones. Tiene su origen en la mitología helénica. Desde un poema incompleto del siglo I, atribuido a Estacio, hasta el asedio en Troya, en el cual Paris acaba con la vida de Aquiles, tras atinar con una flecha envenenada en su talón. La leyenda del poderoso Aquiles ha sido retratada tanto en artesanías como en obras artísticas, y es un excelente recurso metafórico.
Cuando los hermanos Yáñez tuvieron la puntada de contratar como candidato a Cuauhtémoc Blanco para postularlo a presidente municipal de Cuernavaca, hice algunos estudios sobre las probabilidades de triunfo que tendría en las urnas, con qué fortalezas y debilidades llegaba a la candidatura. En esa época, los primeros meses de 2015, las debilidades del ex ídolo del fútbol eran poco conocidas. Más bien su gran ventaja se concentraba en que lo conocían por haber sido seleccionado nacional, ser un fugaz y pintoresco personaje de telenovela, y tener un físico, digamos, llamativo y polémico. Los puntos en contra, como los escándalos mediáticos sobre la agresión a un comentarista deportivo y el maltrato a las mujeres de que fue acusado, no hicieron mella, quizá por la lamentable idiosincrasia machista, normalizadora de la violencia que prevalece en buena parte del pueblo mexicano.
Al principio de su gestión en el Ayuntamiento capitalino se apuntó, como talón de Aquiles para gobernar, su falta de conocimientos y experiencia, que en los hechos no hicieron falta, pues no gobernó él, sino delegó en José Manuel Sanz Rivera toda la responsabilidad política y administrativa. Y eso sigue igual, ahora como gobernador formal, sólo que con su hermano al frente de la política interna y de las relaciones interinstitucionales. En seis años Cuauhtémoc no ha gobernado, lo han hecho por él, en su nombre. Y cada vez que interviene públicamente en lo que sea, llama la atención, sea por su ignorancia, por bravucón o por reticente. Políticamente, dicen dentro de su círculo cercano, se sabe que le conviene más, quedarse callado, por eso jamás ha encabezado una rueda de prensa y restringen la cantidad de preguntas que contesta a los medios, es convidado de piedra en las vídeo conferencias gubernamentales y requiere de explicaciones con manzanitas y palitos, que a veces ni así comprende.
Pero ahí no acaba el tema de sus vulnerabilidades. Se siguen apilando. Las fueron construyendo e incrementando. La relación de contubernio con los legisladores que recién dejaron sus cargos, el nombramiento a modo de la muy pronto extitular de la Entidad de Auditoría local, la alianza política con el ultraconservador Hugo Éric Flores Cervantes y con el expriista Jorge Argüelles Victorero y los resultados de las pasadas elecciones tendrán consecuencias, de mayor o menor envergadura. Talones de Aquiles sobre los que comentaré en los próximos días.
Y para iniciados
Claudia Sheinbaum anda muy contenta en las giras de precampaña, siguiendo a Andrés Manuel. ¡Ah, caray, que no es precampaña! Que va con sus recursos, nomás eso faltaría. Que los capitalinos pagaran sus viajes de promoción. Y está más contenta porque a su principal rival rumbo al 2024 le llegó otro torito. Toca a Marcelo Ebrard, salir al quite con las reservas que los gringos tienen sobre la pretensión de la reforma eléctrica, que le traerá un severo desgaste. Lo reconozca o no Andrés Manuel, nos queda claro que para que su reforma pase tendrán que convencer a los vecinos del norte. Y eso significa que habrá modificaciones a la iniciativa. ¿Llamarán también a los mexicanos en Estados Unidos a la movilización para defender la reforma en las calles? ¿Servirán los argumentos ideológicos sobre fifís y progresistas para convencer al neoliberal socio comercial, el tío Sam?
¡Que tenga un excelente fin de semana!
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