El cumplir caprichos políticos conlleva siempre un riesgo. Un riesgo que se puede convertir hasta en un epitafio.
En el año 2009 Rafael Acosta, alias «Juanito» fue contratado por el entonces ex candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, como candidato de Iztapalapa, la delegación más grande del DF, un bastión de la izquierda donde viven más de dos millones de personas y actualmente maneja un presupuesto anual cercano a los $10,000 millones de pesos para que arrastrara votos, pero que se comprometiera a declinar el puesto en favor de Clara Brugada tras resultar electo.
Echo emulado en Morelos por los Hermanos Yáñez y el célebre futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo cuando lo contrataron para ganar votos para su partido en vía de extinción.
En ese entonces el Tribunal Electoral bloqueó la candidatura de Clara Brugada como representante del PRD, los dirigentes junto con AMLO idearon la solución política para que, a producto de gallina, fuera la jefa de la delegación de los famosos Ángeles Azules.
Con esos atributos delegacionales «Juanito» envalentonado se colocó una cinta en la cabeza al estilo Rambo que llevaba su nombre y retador le gritó a medio mundo que «solo lo sacarán muerto» de las oficinas de la Delegación Iztapalapa que tomó por sorpresa.
Tras setenta días de, intermitentemente, permanecer en el cargo, el 10 de diciembre de 2009 Acosta presentó su renuncia definitiva como jefe delegacional, debido a acusaciones de traición política de sus antiguos aliados que lo amenazaron con agotar todos los mecanismos legales para removerlo y, sin duda, a la entrega de una buena cantidad de “morlacos”.
En 2021 volvió a contender por la alcaldía Iztapalapa, por el partido Fuerza por México, obteniendo solo 7,752 votos, que representó el 1.13% del total. Para los comicios venideros de 2024 ya no figuró en el escenario político capitalino Su destino, por su voracidad y traidor incumplimiento a su palabra, el ostracismo.
Queda demostrado que su majestad Andrés Manuel Primero (y DM el último) le entregó el bastón a Claudia Sheinbaum, más no le entregó el mando. Esta tuvo que declinar la postulación de su candidato Omar García Harfuch para dar paso desde Iztapalapa para México al nuevo Maximato.
En el ámbito local, lamentables los conceptos que se vertieron sobre la persona del morelense Rabindranath Salazar Osorio desde la ignorancia y el desconocimiento de su trayectoria en el servicio público y su actuación política, más bien revelaron revanchismos políticos de AMLO y de MORENA.
Algo ha caracterizado a Rabin es su entrega y pasión por servir a Morelos, así como ayudar a quienes más lo necesitan, sabe hacer amigos y construir acuerdos, es su forma de pensar y de actuar y así lo seguirá haciendo.
Para el partido MORENA en el estado de Morelos, igual que en CdMx, se sometieron a la decisión de el gran elector, el criterio de paridad de género vino a dar al traste a un sueño de varios años. Rabin fue para MORENA su activo más valioso, su institucionalidad siempre estuvo vista, más no fue valorada por San Andrés de Macuspana y por su Cardenal Mario Delgado, solo lo soslayaron indignamente.
Esa Institucionalidad que algunos consideraron como falta de humildad política al haber acatado las Macuspanas instrucciones en la pasada elección para ceder su espacio en la candidatura al gobierno de Morelos al tepiteño Cuauhtémoc Blanco Bravo. La promesa de AMLO de que, en el proceso electoral de 2024 Rabin, sin duda, encabezaría a MORENA como su candidato al Gobierno de Morelos, simplemente fue traicionada con la nominación de una candidata de mucha valía y respeto, Margarita González Sarabia.
Traición similar a la que se le hiciera a otro personaje, baluarte político morenista, Lucy Meza la que, ante esa falsaria actuación partidista renunciara a MORENA para incorporarse como ciudadana sin partido al Frente Amplio por Morelos.
Lucy con buen criterio y sin sátira le puede decir a Mario Delgado “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón” La senadora Lucía Meza Guzmán siempre encabezó las encuestas en Morelos previas a las “espejo” de Morena, partido que traicioneramente no la dejó participar en el proceso interno por un supuesto «vinculo» con el fiscal estatal, Uriel Carmona. La realidad es que caprichosa y cobardemente fue el gobernador Cuauhtémoc Blanco quien la vetó.
Lucy renunció a Morena y ahora se ha incorporado como ciudadana sin partido al Frente Amplio por Morelos con toda la simpatía de su colega la Senadora Xóchitl Gálvez. Veremos como le va al negociar con los dirigentes estatales, los acuerdos con los nacionales, no fueron bien vistos y pueden ser rechazados con una escisión en el Frente Amplio Morelense.
Estos son los riesgos de descartar en Morelos con una caprichosa “cuauteminha” a candidatos populares por su originalidad y su lealtad partidaria.
Siempre he dicho que las tortillas se comen calientes, después ya son tostadas. Esperemos otros seis años para ver si el tiempo cumple la querencia de Rabin y se le da … la gubernatura de Morelos.
