• Durante esta temporada, es fundamental mantener una adecuada hidratación y establecer periodos de descanso a la sombra
El golpe de calor puede convertirse en una urgencia médica en niñas y niños; por ello, es fundamental que padres, madres o personas tutoras estén atentas a cualquier cambio en el estado de salud de las y los menores de edad, así lo indicaron especialistas del Hospital del Niño Morelense (HNM).
Celia Ithalia Anzures López, directora de la Unidad de Medicina Crítica y Urgencias del HNM, explicó que el golpe de calor ocurre cuando el cuerpo del menor genera más calor del que puede liberar. En este sentido, destacó la importancia de mantener una hidratación constante, especialmente durante actividades al aire libre.
“La hidratación adecuada con agua natural y potable, el uso de ropa preferentemente de colores claros y de algodón, la aplicación de bloqueador solar cada cuatro horas, así como establecer periodos de descanso, son medidas indispensables para prevenir enfermedades como el agotamiento y el golpe de calor”, subrayó.
Añadió que es importante identificar los signos de alerta para evitar complicaciones, como piel fría y seca, dolor de cabeza, sed intensa, calambres musculares, náuseas o vómito, desorientación o pérdida del conocimiento.
Anzures López indicó que, si las niñas o niños estuvieron expuestos al sol y presentan alguno de estos síntomas, es necesario acudir de inmediato a su unidad de salud correspondiente para una valoración médica.
“Debemos poner especial atención en nuestras infancias. Al acudir a balnearios o albercas, no deben permanecer por largos periodos expuestos al sol, y en ninguna circunstancia deben quedarse dentro de un vehículo, ya que la temperatura en su interior se eleva considerablemente y puede representar un riesgo para su salud”, enfatizó.
Finalmente, la especialista recomendó que, de ser posible, las actividades al aire libre se realicen por la mañana, antes del mediodía, o por la tarde, cuando disminuye la intensidad del sol. Asimismo, señaló la importancia de programar descansos a la sombra, para que las y los menores puedan hidratarse y refrescarse adecuadamente.