Las mujeres siempre hemos estado en pie de lucha por que nos sea reconocida la igualdad y la equidad en todos los ámbitos, en político no ha quedado fuera, pues desde el siglo XIX la lucha quedó mayormente visibilízada en la oportunidad y necesidad de ejercer el derecho al voto y a una equidad política. La necesidad de esa participación ha encontrado su núcleo en la aspiración a la existencia de una verdadera y auténtica transformación social y que la política tenga el toque y la mirada de mujer, siempre que ellas puedan ser partícipes de los mismos derechos que el hombre.
Nos queda claro que la equidad de género significa una distribución justa de los beneficios, el poder, los recursos y las responsabilidades entre las mujeres y los hombres. Ya lo decíamos que lograr ello, no ha sido sencillo, pues apenas el 3 de julio de 1955, las mujeres acudieron a las urnas por vez primera, dos años después de que se reformó la Constitución y se otorgó a las mujeres el derecho a votar y ser votadas. En dichas elecciones federales salieron electas las primeras diputadas federales.
Haciendo remembranza de la historia debemos tener en cuenta que mujeres como Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Juan Belén Gutiérrez de Mendoza, entre muchas otras, se distinguieron por su infatigable lucha para que se reconociera el derecho de la mujer mexicana a votar y ser electas. 3 de julio se cumplen 41 años de la primera vez que votó la mujer en México y apenas han pasado 60 años del inicio de la participación de las féminas en este tópico.
Desde entonces se logró el derecho a votar y ser votadas, a ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas a nivel nacional e internacional. Participar en el diseño y ejecución de políticas públicas. Participar en organizaciones y en asociaciones no gubernamentales que se ocupen de la vida pública y política del país.
La evolución de la lucha de las mujeres por tener un espacio en la política, pero no solo para votar, sino para ser votada, ha pasado Mir innumerables momentos, porque el reconocimiento no ha sido desde la primer petición de participación sino mediante muchas exigencias sociales feministas por los colectivos y a golpe de sentencias, recordemos que pasamos por los famosos porcentajes, primero 40-60 de espacios políticos para las mujeres, después 30-70, hasta que finalmente en fechas muy recientes llegamos a la paridad 50-50 de espacios políticos, y sobre todo la participación en los espacios de poder, de toma de decisiones políticas.
Griselda Alvarez fue la 1a gobernadora, en 1979, ayer se ha electo a la última hasta hoy, en este 2023, Delfina Gómez en el Estado de México, se une a las 9 mujeres que ya gobiernan algún estado de la República Mexicana, será la 10a; ella le corresponderá gobernar una entidad federativa, que según estadísticas, tiene la mayor población en todo México, pues en 2020, casi 17 millones de personas residían en este estado que rodea a la Ciudad de México, la cual era, a su vez, la segunda entidad federativa más poblada, con más de 9,2 millones de habitantes.
Delfina Gómez viene a formar parte de las estadísticas de los resultados de la paridad total, pues en 2024 otras mujeres habrán de sumarse a las candidaturas para gobernar por lo menos 6 Estados de nuestra República mexicana, de manera que la paridad en este rubro sea una realidad.
Esperemos que en términos de igualdad sustantiva también avancemos de manera real, que no veamos nunca más y menos en ese nivel de gobierno a las famosas e históricas “Juanitas” porque estoy convencida que las mujeres estamos preparadas para participar y tomar decisiones trascendentes políticamente correctas, pues hoy la sociedad no sólo lo necesita, lo exige!
Así que, mas allá de filias o fobias con la ideología que anima a quien gano las elecciones en el Estado de México, no perdamos de vista que la responsabilidad de sacar adelante una entidad que por dimensión geográfica y demográfica, implica un gran reto, así que les deseamos a nuestros hermanos y hermanas mexiquenses el mejor futuro, en la economía, en seguridad, en educación, en oportunidades, en todo lo que implique la mejora social, y lo que está por venir.