Tomé el siguiente texto de la página de Facebook de algún paciente enfermo de leucemia mieloide aguda, quien acude a su “tratamiento” al Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE en Ciudad de México. Porque conozco personalmente el caso, le otorgo toda la confianza a lo escrito, ya que demuestra las mentiras vertidas un día sí y otro también por las más altas autoridades de nuestro país con respecto al presunto “abasto” de medicamentos oncológicos en el sector público. Pero no hay nada más apartado de la verdad.
Por cierto, es necesario recordar cuando Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud a nivel federal, se burló de padres y niños con cáncer aduciendo que “podrían formar parte de un movimiento golpista contra el estado mexicano (la Cuarta Transformación) desde el extranjero”. El funcionario hizo el más grande de los ridículos.
Transcribo íntegro el texto de la persona enferma de leucemia mieloide agua:
“El gobierno dice que son grupos de ‘golpistas’ los que tenemos cáncer y seguimos esperando medicamentos. Sabemos que los padres de familia de niños con cáncer dicen la verdad, y que el gobierno federal miente. Méndigos seres inhumanos. Desde antes de llegar al poder sabían de muchos problemas del sector salud y prometieron corregirlos, y hasta al momento están haciendo lo contrario. Mientras tanto los seres más vulnerables, los niños con cáncer están pagando las consecuencias. ¡Cuánta impotencia! A nosotros, los adultos que padecemos cáncer, solo nos dicen que ‘ya vienen los medicamentos’… ¡desde hace más de 2 años! El desabasto de medicamentos oncológicos se dio en la actual administración, con el pretexto infame de que ‘tenían que dejar de hacer millonarias a las farmacéuticas’, y después aseguraron que ‘ya tenían nuevo proveedor y ya iban a comprar los medicamentos’, pero ahora resulta que no comprarán nada, porque los manifestantes son grupos de golpistas. Los niños no saben qué es la política, y ni los niños ni los adultos que estamos esperando medicamentos tenemos colores, pero sí tenemos derechos, derechos constitucionales para recibir atención y medicación… Y el impedirlo es un crimen”.
Hasta aquí el texto de la persona enfermita de leucemia mieloide aguda, cuyo caso se repite a lo largo y ancho del país, mientras los altos funcionarios del sector salud pretenden extender sus mentiras, no solo en torno al abasto de medicamentos oncológicos, sino a la conversión de todo el sistema público de salud “muy por encima al de Dinamarca”, cuestión que no conseguirán nunca a base de sus frecuentes falacias.
En el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE en la Ciudad de México es un suplicio, primero, lograr consulta con los especialistas, y segundo, conseguir los medicamentos para enfrentar la leucemia, y hasta los tratamientos paliativos cuando los médicos han decretado oficialmente desahuciados a los pacientes y los mandan a sus casas dizque para estar con “mejor calidad de vida”. Es imposible el abasto de esos fármacos. ¡No existen en la institución!
Han sido muchas las veces en que hemos visto al titular de la Secretaría de Salud federal, Jorge Alcocer, asegurando que el abasto de medicamentos oncológicos está garantizado, lo cual es una absoluta falsedad, al menos en el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE de la Ciudad de México. Imagine usted: si así están las cosas en ese mega nosocomio, ¿cómo estarán en el Hospital de Especialidades del ISSSTE en Emiliano Zapata, Morelos?
Por otro lado, es importante señalar que el varias veces citado hospital capitalino presenta a diario la grave saturación de pacientes en busca de ser atendidos. Todos amontonados, sin el mínimo respeto a las medidas sanitarias contra el Covid-19. Los casos de personas contagiadas abundan y se mezclan con quienes van, por ejemplo, a hematología a recibir tratamientos de quimioterapias, etcétera. El desorden total. Nada que ver con el sistema hospitalario que tendría México, igual al de Dinamarca, en dos años de gobierno de López Obrador.
La conclusión de este asunto es que el sistema de salud pública nacional está en completa decadencia. Lo peor es que muchísimas veces se miente a los mexicanos desde Palacio Nacional, con el mayor cinismo del mundo, en el sentido de que los mexicanos podemos sentirnos orgullosos de la calidad que ofrecen los hospitales públicos. Al menos no pueden opinar así los pacientes oncológicos. Dios los bendiga a todos.