En este proceso electoral es clave que los y las jóvenes de entre 18 y 29 años salgan a votar.
Estos representan el 26.6 por ciento del padrón electoral. En una contienda donde la distancia entre las dos candidatas todavía es amplia, la participación electoral es indispensable para cerrar la brecha.
Según datos del INE, la población joven es la que menos participó en las últimas dos elecciones federales. En 2018, 47.2 por ciento de las y los jóvenes no salieron a votar; en el 2021, este porcentaje creció a 58 por ciento.
En contraste, más del 78 por ciento de los adultos mayores participaron en ambas elecciones. ¿Por qué las y los jóvenes parecen no tener interés en los procesos electorales? Esta es una pregunta que tenemos que explorar con cuidado.
No se necesita mucha imaginación para detectar que la incertidumbre es la música de fondo de las juventudes en México y en el mundo.
Una de las razones de esta incertidumbre está asociada con la tremenda crisis climática y ambiental que se está fraguando.
La segunda razón tiene que ver con la inteligencia artificial y el mercado laboral. El sentimiento de incertidumbre sobre la viabilidad de su futuro individual y colectivo forma parte de lo que aglutina y define a las y los jóvenes en México y en el mundo.
Por lo pronto, las jóvenes quisieran que las candidatas adopten propuestas mucho más disruptivas en materia de transición energética.
El entusiasmo que se percibe en algunos jóvenes me hace pensar que las y los jóvenes sí tienen ganas de participar y de incidir en la vida pública del país, pero lo van a hacer a su manera.
Así que, les dejamos a las candidaturas nuestra reflexión de hoy!