No cabe duda que a mi generación, mundial y localmente, le ha tocado vivir eventos trascendentales. En lo bélico, una guerra mundial entre otras, en la salud, en la medicina, en lo espacial, en lo deportivo dos campeonatos mundiales y dos olimpiadas en donde México ha sido sede, en la música el nacimiento de The Beatles, Rigo, Los Ángeles Azules, Los Tigres del Norte, la furia de la naturaleza con tres grandes terremotos, en la comida, los taquitos de suadero como aportación de la CdMx al mundo en los años 50, en tantos temas en los que la humanidad evolucionó y en algunos retrocedió, basta recordar los estallidos genocidas de la bomba atómica, como muestra de la maldad humana.
No puedo olvidar el tema cinematográfico, no voy a recordar a Ben Hur, Star Wars ni a Nosotros los pobres o Amar te duele, si a dos personajes grandiosamente fantásticos, King Kong y Godzilla. Sus enfrentamientos eran bien apreciados desde los pisos 30 o 40 de los rascacielos neoyorkinos en donde generalmente combatían, olvidándose de los pequeños mortales que sucumbían ante pisotones o con la caída de parte de los edificios que formaban la arena gigantesca.
¿Quién ganó? fue lo de menos, los humanos se encargaron de hacerlos sucumbir.
Ayer la filmoteca mundial registró un evento de dos personajes que en el tema político financiero exhibieron un capítulo más de la serie novelesca del divorcio entre el presidente Donald Trump y el estelar exfuncionario de su gobierno Elon Musk, luego de que el presidente norteamericano admitiera estar decepcionado con el magnate sudafricano y cruzaran fuertes acusaciones, derivadas de sus lacerantes críticas al proyecto de ley de presupuesto.
El Salón Oval de la Casa Blanca fue insuficiente para albergar a los destructores políticos que competían como si fuera la piscina de Rico Mc Pato. “Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la volveremos a tener”, le comentó el presidente a un periodista, echando más leña al fuego al divorcio político que ha sacudido al mundo desde Washington, sin considerar las consecuencias en los obligados espectadores.
La tensión fue en aumento, alcanzando su punto más crítico cuando Musk acusó a Trump de estar en la llamada “lista de Epstein”, como se conoce al caso de celebridades y políticos involucrados en un caso de tráfico sexual.
“Es hora de soltar la bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos ¡Que tengas un buen día, DJT!”, publicó en X Musk. Amenazó que la verdad saldrá a la luz. ¡Caramba con esos amigos para que quiero enemigos!
Se espera que la trifulca entre los chorro-millonarios, probablemente traerá aparejada distorsión de la economía mundial. En México no alcanzamos a ver los efectos que tendrá en la propia, pero Marcelo Ebrard se va hoy a Estados Unidos seguramente a negociar los exorbitantes aranceles que el broncudo Trump dobleteara al acero y al zinc y, de paso a ver un round entre los “peso pesado” de la Unión Americana.
Aquí entre nos: Ahora en la teleserie “Los Hijos de la Cuarta T”, en la que el argumento es: por sus actos los conoceréis.
Andrés Manuel López Beltrán ayer pidió que ya no le apliquen el mote de “Andy” el se llama como el prócer Macuspano, Andrés Manuel.
Vaya que le fue mal en la expresión presidencial a Pablo André Gordillo, morelense que funge como secretario del Bienestar en el Estado de Guerrero. Se casó por la iglesia, algo común entre los seres humanos, sí, pero derrochando recursos, en la hacienda San Carlos Borromeo en Yautepec después de haber celebrado la boda civil en Las Mañanitas en Cuernavaca, feudo de la familia Bernot-Krause. La Doctora Sheinbaum solo dijo “austeridad, austeridad, a todos. Se alejan de la gente luego …”
Varios periódicos ya se encargaron de dar la nota en Hola o Ensalada Popof, mencionando el lugar mágico en que se celebró, con un diseño al ochentero estilo del Baby´O. Los enterados paparazzi comentaron que el costo del cubierto rondó por los 3,100 pesos por persona para unos 200 invitados, a eso agregan el arrendamiento de los dos lugares, la decoración, música, el wedding planner y otros menesteres que en suma da más de un millón de pesos.
En fin, diría la Abuelita de Manuel Fuentes Galicia, “con su pan se lo coman”
Amigos la semana tiene siete días y … ¡gracias a Dios es viernes!