El viernes pasado al medio día tuve la oportunidad de recrearme un poco en compañía de mi Compadre Manuel en la Plazuela del Zacate, estancia un tanto agradable por el clima, el ambiente y obvio por una buena chela bien fría y el corretear de 400 conejos, dosis que tuvimos que triplicar para el mejor disfrute.
Sin embargo, aprecié la pobre proyección que le han dado a la zona, la convirtieron en una cantina urbana callejera, en un ambiente mezclado entre lo turístico, con lo del barrio y la alternancia de la pinta estudiantil. La estridencia de diferentes géneros melódicos, Pop, Banda, Mariachi, Balada, Reguetón, Rock y corridos norteños que emancipan a ejemplares del crimen organizado.
Ambiente que me platican que con el correr del tiempo en el día se va trastocando hasta llegar a lo que llamábamos moda o noche, en donde hay en algunos lugares la transformación y no de Cuarta, sino de todas las velocidades en bajada y sin dual.
Aparece el clásico carnal que te vende de todo, dulces, palanquetas, cocadas, higos con o sin cargar; el Brodi que te conoce de toda la vida y se sienta en tu pequeño espacio culinario, por aquello de estar pompi con pompi, a tratar de hacerse el interesante y así chupar de cachucha, ¡nel pastel, está fiesta es mía! Así es qué ¡a la very fine!
No falta la graciosa “amiguita” que te resultó en el momento y pretende comprometer la situación en algo que se puede tornar en grave, lo bueno es el criterio de la pareja que llevas supera la situación sin el otorgamiento de la gratificación pedida.
Así vemos que, entre cervezas, las más caguamas, tequilas, mezcales, Buchanan, etiquetas roja y negra y el ya olvidado bacachá porque hoy el Capitan Morgan se apropió del puerto, pasan las horas con el deambular de vendedores de grapas, piedras, pitillos, carrujos y todo lo que se parezca sin control alguno,
Durante mi permanencia y por lo que los vecinos me comentaron, la presencia de la autoridad es nula, nunca ví a un solo Guardia Nacional, policía del mando único y mucho menos de la negada policía municipal, así mismo no se aparecen durante la noche.
El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que hoy durante su informe de celebración por el cuarto aniversario de su elección, refrendará la estrategia al combate a la inseguridad señalando a aquellos que olvidan, “incluso a los religiosos”, que, con más violencia, las masacres en México serían mayúsculas.
En La Mañanera desde Palacio Nacional, el mandatario dijo ayer que ofrecerá datos para justificar porqué mantendrá la estrategia de “abrazos no balazos” y atender las causas de la violencia, pues dijo que la guerra contra la delincuencia iniciada en sexenios pasados fue una estrategia “inhumana”.
Sigo estando de acuerdo que la guerra en contra del crimen desatada por el presidente Calderón fue estúpida por haber sido incentivada por militares traidores que le hicieron creer que la ganaría, careciendo de una estrategia y del armamento necesario.
Condición muy similar a la actualidad, lo que no es motivo de aplaudir lo que está dejando de hacer el gobierno de la 4T.
En Cuernavaca, mi hermano Memo escribía ayer “Algo grave sucedió este domingo 26 de junio de 2022 en el interior de la conocida Plaza Fórum de Cuernavaca, situada al oriente de la capital morelense, y que causó pánico entre centenares de visitantes, debido a disparos por arma de fuego concretamente en el área de restaurantes” versión que fue tergiversada por la autoridad municipal.
Interpretando lo que dice mi Carnal, la realidad en la que se hunde cada día más el presidente municipal fundado en sus vulnerabilidades: el descontrol de la violencia, la erosión de su figura, así como la cantidad de promesas hechas durante la campaña electoral y que, debido a las penurias financieras del municipio, difícilmente cumplirá.
En ambos casos, lo dicho por los presidentes nacional y municipal, hacen más grave el reclamo de la sociedad con una exclamación que hiciera Nelson Vargas hace casi 15 años, ¡si no pueden, renuncien!
Amigos como siempre les dejo un saludo con mucho afecto.