Las ansias de un protagonismo, de perfil patológico, han llevado a Andrés Manuel López Obrador a extender la presentación de sus ocurrencias más allá de las fronteras, sin tener que salir del territorio mexicano. Si bien es cierto que mediáticamente resulta más atractivo el encontronazo entre los mandatarios sudamericanos en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) este fin de semana, es más importante fijarse en las disparatadas propuestas de AMLO, para confirmar de nuevo el alcance de su estulticia.
Primero, su propuesta de reformar o abolir la Organización de Estados Americanos (OEA), por ser un organismo supranacional al servicio de los intereses estadounidenses no tuvo eco entre la mayoría de los mandatarios congregados. Y no por que no se tenga razón en el análisis sobre el papel que ha jugado históricamente tal organismo internacional. En efecto, tendría que reformarse. Pero no es así, con un llamado político que busca reproducir voces de apoyo para publicarlas en la mañanera y en los portales de las mascotas mediáticas del régimen, sino con un trabajo diplomático, intensivo y extensivo, con al menos un proyecto que ponga a discusión y no sólo con declaraciones públicas. Si no hubo eco en la propuesta es porque no hay ningún proyecto hecho, sólo las ocurrencias de AMLO.
Segundo, pero no menos importante para destacar el nivel de improvisación y falta de seriedad del presidente mexicano: propuso crear una organización que sume incluso a Estados Unidos y Canadá para conformar una especie de Unión Europea, pero para los países americanos. No le puso nombre a su ocurrencia, porque de haberla llamado la “Unión Americana” habría provocado muchas risas a los vecinos del norte y el enojo de Díaz-Canel y Maduro.
Como ocurrencia es muy llamativa. Revela la maestría en las artes demagógicas de AMLO y si los demás demagogos, llamados formalmente presidentes latinoamericanos reunidos ahí, la captan y la compran, podrían hacer un buen uso político, para desviar la atención de los incautos. Pero parece que tampoco le hicieron mucho caso al mesías de Macuspana.
Para empezar, la formación de la Unión Europea llevó varias décadas. Inició desde el Tratado de la Comunidad del Carbón y el Acero, de 1951, luego de la Segunda Guerra Mundial, hasta la segunda mitad de 1993, cuando entró en vigor el Tratado de Maastricht, que convirtió a la Comunidad Europea en lo que hoy conocemos como la Unión Europea.
Fue un proceso muy largo para establecer un conjunto muy amplio de normas obligatorias para todos los países firmantes, que permitió inaugurar un Estado supranacional, es decir, un estado internacional, democrático, parlamentario y representativo. No es sólo un organismo de cooperación y apoyo recíproco, sino el nacimiento de la ciudadanía europea común, teniendo como primer objetivo el fortalecimiento de las economías de los países miembros.
Y para lograrlo, que sí lo lograron al paso de las décadas, los países más desarrollados apoyaron económica, tecnológica y científicamente a los países más pobres. Por eso AMLO llama a incluir a Estados Unidos y Canadá, porque sin ellos su iniciativa no sonaría más que a demagogia pura. Nada más le pregunto y usted saque conclusiones: ¿Qué países de Latinoamérica estarían en condiciones y disposición de apoyar económica, tecnológica y científicamente a los demás, y de aceptar las normas, leyes comunes para todos? ¿Y quién cree usted que sería el primer presidente latinoamericano en hacer berrinche y oponerse a lo que no fuera como él quiere?
Y para iniciados
Ya había asistido Cuauhtémoc a dialogar con el flamante secretario de Gobernación. Sin más detalles que la cantaleta de que es para trabajar en proyectos para beneficio de Morelos. Volvió a Bucareli, pero después de la interposición de la denuncia en su contra. Nos queda claro que, si el gobernador formal no sabe de urbanidad y buenas costumbres, menos sabrá de responsabilidades de los servidores públicos. Desde mi perspectiva es un tema que debe estar en dos canchas: en la judicial y en la mediática. No tiene por qué dejar de enterarse la sociedad cómo va el proceso, si se hace la investigación y demás. Y los diputados y senadores, que podrían votar en un juicio político, no tienen que hacerse a un lado, haciendo como que la virgen les chifla.
¡Que tenga un excelente inicio de semana!
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