1.- La necesaria interacción
2.- Al taller
3.- Candidatos
4.- Lula, la derecha acecha
1.- Fundamental la interacción entre las distintas instituciones y actores políticos en el entendido de que no es rendición incondicional como exigen los perversos, sino dentro de un marco de colaboración, pensando en el colectivo
Primero, no se debe perder de vista que es necesario extirpar de raíz el tumor de la violencia, impulsada y propagada por quienes carecen de ética, su ambición desbordada pudiera lindar con lo ilícito, por omisión y/o acción, para ellos, se exige que la ley sea tajante, de lo contrario, su beligerancia y carencia de valores penetrará más en los diversos ámbitos de la sociedad, a tal grado que sea difícil encontrar soluciones a futuro.
No es sencillo el panorama, la violencia está desatada, hay municipios donde es superior; autoridades locales en el relumbrón y el circo, por lo que urge el trabajo estatal y federal; si se deja que sean los alcaldes los que resuelvan la problemática, se está perdiendo tiempo valioso pues son ineptos, medrosos o hasta cómplices del delincuente.
Contra los ilícitos, los acuerdos, el entendimiento, la estrategia, desde la prevención a la reinserción social, pasando por la detención, la impartición de la justicia y la prisión, pero es evidente que las cosas no se están haciendo adecuadamente, sin dejar de reconocer que las cosas no se pueden arreglar tan rápido por las actuales autoridades, por el rezago sustancial que existe, pero deben surgir indicios de que se va en ese sentido, pero no se ve el indicativo sobre el particular.
No se puede dejar de señalar el nombre y apellido de los responsables; son tantos. La barbarie sigue, por lo que urge llamar a cuentas a esos alcaldes de calles ensagrentadas casi todos los días, a los titulares de las corporaciones policiacas, a los jueces que deben aplicar la justicia.
Hay errores, se multiplican y así no puede haber desarrollo ni social ni financiero, o es lento su avance, por lo que urge llegar al fondo del asunto, cerrar los senderos a los facinerosos; conocer los vehículos, a quién pertenecen, que los ayudantes hagan su trabajo, que sepan quiénes viven en su demarcación, reportar los movimientos extraños y que las agrupaciones policiacas actúen con la discreción y prontitud del caso, seguro que sería de gran avance, pero hay ayudantes que ni siquiera viven donde dicen.
Alcaldes donde el delito es recurrente, tan tranquilos; la sociedad no se atreve a exigir cuentas. ¿Está amenazada, temerosa o ve la violencia en la dimensión de ser parte constante del paisaje?. De otra forma no se explica que se respalde a sátrapas incapaces, negligentes y/o cómplices.
Acuerdos sí, diálogo, también, pero con los actores que van a aportar al colectivo.
Veo que en el Tribunal Superior de Justicia, el congreso y hasta en la fiscalía, hay decencia en algunos de sus actores, por lo que valdría la pena hablar con ellos para que se sumen al proyecto nacional; a algunos recordarles que ciertos de sus aliados de hoy, tienen leyendas negras; ustedes fueron víctimas de ellos y ahora hasta pleitesía les rinden, todo por obedecer a quien les dejará colgados de la brocha cuando se arregle.
Que se busque el diálogo. Señor gobernador, usted tiene la palabra; presione para que se libere las órdenes de aprehensión y dialogue con los que pueden hacer su aporte para bien de la entidad; además implemente programas sociales a corto y largo plazos.
2.- Los directores al taller, al mando de los supervisores, y de primarias ni una línea; la ineptitud se apoderó de la dirección; se le tolera; puede ser manda; la paga el profesor.
3.- Los candidatos guardaron serenidad en estas fiestas, menos Mago González, Rabín ni los Alonso; dudo que la autoridad llame la atención. ¿El INE?. Ojala y el pueblo esté atento a lo que suceda y sepa que por éstos, ni por asomo; si ahora ¿violan la ley…?
4.- Lula es presidente de Brasil, pero la derecha acecha, igual que le sucedió a Pedro Castillo en el Perú y quieren que pase en México, por lo que debe tener cuidado, sobre todo de los poderes fácticos.
