1.- La izquierda en avance
2.- Bienestar
3.- Benjamín Nava
4.- Coatlán: Sueldos
1.- El triunfo de Gustavo Petro en Colombia es la señal de que la izquierda avanza, y se adelanta éxito de Lula en Brasil, para sumarse a los que ya se tienen de esta tendencia, pero es justo reconocer que falta la consolidación, las señales inequívocas de que va al frente la justicia social, lentas, si se quiere, pero se avanza; lo que, se entiende, no es sencillo porque se reciben países en ruinas, inercias que no cambian intempestivamente, enemigos que se incrustan en los nuevos gobiernos, y los que creen que sólo es cambio de siglas y de colores, pero todo seguirá igual, y que ahora es a ellos a los que les da la ocasión de hacer negocios desde el poder, traficar con influencias y dejar que fluya el nepotismo de “mándame a las esposas de tus funcionarios que aquí les doy trabajo, y yo te envío a las mías para que hagas lo propio”, en acuerdos sin medir capacidades, sino sólo en el intercambio de favores, cuando no de descaradas becas y el pueblo no interesa
La izquierda avanza, pero falta que se consolide, y para ello la unidad debe ser en torno al pueblo, todo con él de principio a fin, con reglas claras de participación, de estar en la comunicación, con todos los canales abiertos, escuchar para aprender de los pobres, y si se atienden sus necesidades es porque así lo piden y se tienen razones para ello, todo en el razonamiento de las ideas, nada en el verticalismo, ni paternalismo ni unilateralismo, sino el vaivén de las olas, de las sierras para que corten, en la necesidad de que si es el gobierno el que te apoya, tú tienes que respaldar a los demás, multiplicar los dones, ser el que se solidarice con los conciudadanos, todos en unión para sacar adelante al pueblo, el que durante siempre tuvo que callarse o aceptar las migajas que los de arriba le dieron para aliviar un tanto la carga que sobre su conciencia se agita, para justificar robos o agandalles o para que les permitan disfrutar de lo robado. El fruto de lo mal habido bien vale que se entregue la miserable limosna que, con ella, no se dañan mezquindades.
Los personajes de izquierda tienen la obligación de ser los mejores, puntos de referencia en honradez y eficiencia, ser el que aglutine a sus compañeros porque es el que sabe y el que es honesto, firme, convencido y con ideología unívoca; el que tuvo que esperar los años, los que fueron necesarios para seguir al lado del pueblo, son los que sufrieron las persecuciones, las insidias, calumnias, malos tratos, pero no los llevan como bandera.
Los gobiernos represores los atacaron, los hombres de izquierda lo supieron desde el inicio, pero no se doblaron; son los que como conversación tienen la justicia social y no el lamento plañidero de lo sufrido; eso quedó atrás, ahora llegó la hora de estar en el sitio correcto para hacer lo que se pensó, por lo que se luchó y por lo que valió la pena todo el esfuerzo, el aprendizaje, los sueños, los anhelos y la vida.
¡Qué orgullo ser de izquierda!, poder decirlo porque siempre se fue. Hoy hasta los farsantes se califican de izquierda. Los carnalitos Pérez Flores, Sergio y Arturo, se dicen de izquierda, igual que Rabín, Ariadna y Agustín Alonso, en el colmo del cinismo.
Petro en Colombia y pronto será Lula en Brasil, y en el 24, México seguirá en camino de la izquierda, eso no queda la menor duda; el pueblo está convencido de ello. ¡Verán!.
2.- Andrés Manuel y Cuahtémoc Blanco pusieron en marcha uno más de los bancos de Bienestar que se tienen en la entidad, y el recibiendo que les hicieron fue extraordinario.
3.- Benjamín Nava presentó un libro de su autoría. Ahí José Luis Urióstegui, quien está desperdiciando a uno de sus mejores elementos, Benjamín junto con Jesús Castillo deben estar al frente de comunicación social de Cuernavaca y no míster Memo Correa.
4.- En el Coatlán de Celso Nieto, tan cerca de los delitos de todo tipo, como los de alto impacto, según El Sol de Cuernavaca, se irán a descansar trabajadores sin goce de sueldo; los que se quedan a trabajar el doble; los que van a descansar no recibirán dinero, y los que se quedan, lo mismo de siempre. Es la segunda administración de Celso y lejos de avanzar se retrocede. Volvieron a votar por él; ahí las consecuencias.
