El sábado pasado, se festejó por todo México el día de la niñez; hubo eventos por todos lados en los cuales se reglaban juguetes, dulces, hubo espectáculos para la diversión y esparcimiento de los pequeños; como cada año, es una algarabía que los niños y niñas disfrutan muchos, así sea que reciban el regalo más modesto, el alimento más simple, la inocencia de su edad les permite disfrutar sin distinciones.
Hemos hablado que esas conductas violentas se gestan en muchas ocasiones en el seno familiar, por el abandono de los menores, su desatención y la violencia que también se ejerce sobre ellos. Pero hemos advertido que poco se aborda la situación de la niñez y cuando analizamos los datos duros que nos arroja la estadística de las instituciones oficiales nos damos cuenta de una cruda realidad. Nos queda claro que debemos procurar ambientes sanos para los niños y niñas debemos empezar a dejar de verlos como objeto y entender que son sujetos de derechos, que ellos merecen dignidad para una crianza sana en todos los aspectos.Sin embargo a veces la realidad rebasa las más generosas aspiraciones que pueda haber, pues hay factores que irremediablemente han generado situaciones críticas si hablamos de la niñez y sus cuidados.A saber, en 2020 por el covid-19 se incrementaron el número de muertes en el país, muchas personas dejaron atrás una historia, sueños, aspiraciones, afectos y, en ocasiones, como padres de familia miles de niños en orfandad.Se llegaron a pronosticar 140 mil muertos por la pandemia, lo que podrían significar 45 mil huérfanos, ese número de fallecimientos se fue más allá de lo que se presumió podía llegar a suceder, pues bien, esos menores huérfanos, que se sumarían a los 4 mil 245 niños, niñas y adolescentes que han quedado desamparados a causa de homicidios dolosos y feminicidios cometidos en el país en 2019, de acuerdo con un censo que levanta el Instituto Nacional de las Mujeres.
El informe anual 2017 Situación de la infancia en México de Unicef, decía que había 39.2 millones de niños, niñas y adolescentes en nuestro país, de los cuales el 3.7%, que son 1.4 millones viven en situación de orfandad.
A falta de un registro nacional de huérfanos, no se tiene certeza del destino de estos menores. Se ha tratado de resolver el tema a través de la adopción para darles a los infantes una nueva familia, además de albergue y atención, pero los resultados son escasos, de 2015 a 2018 sólo se concretaron 5 mil adopciones.
Otros 25 mil 667 están siendo atendidos en alguna de las 879 casas hogar para menores de edad, inscritas en el Censo de Alojamientos de Asistencia Social (Caas) que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
¿Qué opciones tienen los huérfanos?: vivir en la calle, unirse al narco, migrar a los EU, ser víctima de explotación sexual o laboral infantil, para sobrevivir o, en última instancia, formar parte de los 52 suicidios infantiles que se registran cada mes, conforme al Inegi.
Los niños y niñas son el futuro, se está dejando a abandono a este sector de la población?
El bono demográfico está en riesgo, se tiene cuenta de que según las estadísticas, en 2022 la población joven en México alcanzará su máximo histórico y poco a poco empezará a descender, si se deja sin protección a los huérfanos, más que bono lo que tendremos será un déficit demográfico, con fuertes inconvenientes para el bienestar y el desarrollo económico.
Es necesario materializar el artículo 4° constitucional que establece el principio superior de la niñez, su derecho a la vida, a la identidad, a no ser discriminado, a la educación, a vivir en condiciones de bienestar y/o en familia y a un sano desarrollo integral.
Es tiempo de empezar proteger a la infancia, no podemos demorar más, hoy no se tienen datos oficiales de cuántos niños son huérfanos por COVID y por violencia. Empecemos por ahí.
LA INFANCIA EN MÉXICO
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