Andrés Manuel López Obrador no dijo nada nuevo en su discurso inaugural de 17 de las 40 sucursales del Banco del Bienestar que operarán en el estado de Morelos, con las que ya, según afirmó Víctor Lamoyi Bocanegra, director de la institución, suman 949 de un total de 2,700 sucursales que atenderán a 25 millones de beneficiarios de los programas sociales, clave para la estrategia electoral del 2024.
El presidente insistió en su discurso de un gobierno triunfalista al que le falta poco para culminar la transformación que pregona todos los días, fustigando a sus adversarios y comprometiéndose, además, a lograr en los próximos dos años y tres meses la autosuficiencia alimentaria, energética, y un sistema de salud pública sin carencias de medicamentos, servicios ni médicos. Claro, sin reconocer que la inflación sigue al alza, al igual que los precios de los combustibles.
López Obrador, el mismo que tras la visita de una comitiva estadounidense, cambió su opinión respecto a la producción de energías limpias, incluyó entre los oradores al director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Barttlet Díaz, para muchos el máximo exponente del autoritarismo y la maquinaria electoral fraudulenta de Estado, cuya sospechosa fortuna no ha sido motivo de investigación.
A diferencia de otras giras presidenciales en las que manda mensajes políticos sobre sus afectos y preferencias acerca de las elecciones locales que están por venir, López Obrador no destacó a nadie en esta ocasión ni se refirió al proceso electoral del 2024 en Morelos. Al menos, no en público. Se concretó a reafirmar que una vez concluido su mandato él se jubilará.
Sin embargo, desde el gobierno local sí aprovecharon la oportunidad de la foto para el Face y la promoción de uno de los más cercanos a Cuauhtémoc Blanco. Encargaron a los promotores de su posible candidatura, que se aseguraran de que en la entidad se supiera del recibimiento al primer mandatario por parte tanto del gobernador como de su secretario de Movilidad y Transporte, Víctor “el güero” Mercado. O sea, que se enteraran de que el recibimiento lo hicieron ambos y no sólo el titular del Ejecutivo estatal.
Por supuesto, no es ni casualidad ni coincidencia. Y esa foto para el Face tiene un objetivo: asociar la imagen de AMLO al proyecto político que este grupo impulsa, que se le vea como parte de la Cuarta Trasformación, no como ajeno a ella. Las reacciones al respecto no tardarán en trascender, unas desde Palacio Nacional y otras de acá. Estaremos atentos.
Y para iniciados
Pronto comenzarán a barajarse nombres para sustituir en la gubernatura a Cuauhtémoc Blanco, aunque esto tarde más menos un año o quizá un poco más en suceder, pues los acuerdos para que sea candidato a “algo”, allá en la Ciudad de México, serán un tema crucial para el futuro del exfutbolista.
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