Los jóvenes detenidos y acusados como responsables del supuesto ataque al convoy del fiscal estatal, Uriel Carmona Gándara, fueron liberados por un juez de control porque no se encontraron elementos que sostengan la hipótesis de un atentado.
Recordemos que el pasado jueves, la Fiscalía General Estatal (FEG) denunció que el convoy donde viajaba Carmona Gándara fue blanco de un ataque sobre la autopista México- Acapulco, a la altura de la colonia «El Polvorin»; también informó que dos personas fueron detenidas.
Se trata de Javier Díaz, de 18 años, e Israel Rodríguez de 20, quienes fueron acusados por la FGE de los delitos de homicidio en grado de tentativa y daños.
Sin embargo, durante la audiencia de control iniciada el pasado domingo y concluida este lunes, el juez Ramón Villanueva calificó de ilegal la detención y ordenó la liberación inmediata de los dos jóvenes.
Lo anterior, al concluir que el agente del Ministerio Público no aportó elementos que sostengan la acusación de un atentado en contra del convoy y el fiscal estatal.
“No existe información consistente, lógica o razonable para que los hechos hayan ocurrido de acuerdo al Informe Policial Homologado”, dijo de manera textual.
Las dos versiones:
Los escoltas del titular de la FGE, sostienen que Javier e Israel los siguieron desde el municipio de Temixco, territorio donde se sitúa la nueva sede de la Fiscalía, hasta el municipio de Cuernavaca.
Además, aseguran que en varias ocasiones los jóvenes, que viajaban en un auto particular, intentaron frenar el paso del convoy y fue hasta el kilómetro 97 de la autopista, que los elementos hicieron una “acción evasiva” y pudieron detenerlos.
En tanto, Javier e Israel, que aseguran ser estudiantes, narraron que venían del sur de Morelos a donde fueron a nadar, viajaban en bóxer sin camisa, y se dirigían a la Ciudad de México, en donde radican.
«Yo quise rebasar un carro venia en carril de baja… venían las dos camionetas a exceso de velocidad (se refiere al convoy) y venían aventando las luces y tocando desesperadamente el claxon. Yo me regreso al carril de baja y se vienen (las camionetas) conmigo y me regreso al de alta y pasa lo mismo», narró, Isael quién conducía el auto.
Agregó:
«Hasta que se me cierra una camioneta y se bajaron (los escoltas) y empezaron a disparar; yo lo que hice fue bajarle la cabeza a él (Javier) y nos bajamos al piso… luego nos bajaron a golpes y nos aventaron al piso. Nunca se identificaron como policías o elementos de la fiscalía».
Después los siguieron golpeando y fue cuando uno de los elementos nos empezó a preguntar que de qué cártel éramos y pues no ni al caso, somos estudiantes», añade Javier.
Israel, quién además es conductor de Uber, resultó lesionado «me rozó una bala y estaba sangrando; luego llegó una ambulancia y elementos de la Guardia Nacional y fue cuando me revisaron la herida, sólo me pusieron un parche para detener la hemorragia».
Posteriormente «nos aventaron a la patrulla y nos llevaron a los separos donde no recibí atención médica, ni siquiera cuando me desmayé, fue hasta que ya me vieron todo lleno de sangre que me hicieron caso».
De acuerdo a información vertida durante la audiencia, el auto (que Israel trabaja como UBER) donde viajaban los jóvenes presentaban 22 impactos de bala.
Luego de ser liberados, sus familiares (que los esperaban a fuera de Ciudad Judicial) informaron que analizarán junto con sus abogados si procederá o no legalmente en contra de quienes resulten responsables por el uso excesivo de la fuerza pública, las violaciones a los derechos humanos y el intento de la FGE de fabricarle delitos en contra de Javier e Israel.
*FOTOS: René Pérez