En días pasados, Marcelo Ebrard fue duramente criticado por haber cometido una más de sus faltas de respeto durante el funeral de Estado que se le rindió a la Reina Isabel Segunda de Inglaterra.
El Canciller mexicano acudió a esta cita en luto absoluto con un sobrio traje negro. Por su parte, su esposa Rosalida Bueso, diplomática de origen hondureño, se apegó también a los lineamientos fúnebres, llevando un vestido totalmente negro, medias oscuras, zapatos a juego y un tocado con velo, así como joyería discreta de perlas.
Marcelo Ebrard sin descuidar ni un solo momento su disfrazada campaña electoral la que hoy ya está observada como ilegal por ser anticipada a los tiempos oficiales, desde que se subió al avión que lo llevaría a Londres tuvo a sus fans al corriente de su itinerario mediante las redes.
El irreverente desliz que cometió fue que, en pleno funeral en la Abadía de Westminster, con el cuerpo inerte de la Reina a unos metros de distancia, compartió una enésima “selfie” en donde está con su esposa, la referencia de su autoría “En el Funeral de Estado de S.M. la Reina Isabel II”.
Completando su oficial paisanada describió en otro tuit compartiendo un video que mostraba el interior del lugar en el que se instaló la capilla ardiente para la Reina dijo: «Presenté los respetos de México a S.M la Reina Isabel II en la capilla ardiente establecida en Westminster Hall. Me acompañó Rosy mi esposa, así como la Embajadora de México en Reino Unido, Josefa González Blanco y la jefa de Cancillería Yanerit Morgan».
Hasta aquí la reseña de esta “Ensalada Popof, perdón Fifí” escrita para la revista social “Quibole”.
Pues bien, el desliz diplomático ahora le tocó escenificarlo a la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños Rivas quien vivió un berrinche bochornoso durante su intervención en la última sesión de la organización en donde se abordó el incremento presupuestal para el ejercicio 2024. Luz Elena Baños en plena desobediencia, irrespetuosamente no acató los protocolos de la asamblea, gritando, se puso de pie y cuando el presidente en turno del Consejo Permanente, el embajador de Uruguay, Washington Abdala, le pidió que se sentara, respondió “no me voy a sentar”. Una penosa actitud diplomática muy al modo de la Cuarta Te. Si, a esa usanza, solo que no estaba en el recinto del Congreso Mexicano, sino en el de la Organización de Estados Americanos.
Baños ha expresado su inconformidad con la labor de la organización e incluso ha señalado al secretario general, Luis Almagro, de haber “dañado profundamente” al organismo, haciendo eco a la antipatía que por el organismo profesa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Luz Elena Baños Rivas nació en la Ciudad de México el 2 de septiembre de 1959, tiene 64 años, no es una adolescente a la que se le admita berrinchudas actitudes.
No adolece de experiencia, se trata de una diplomática de carrera que en 2018 ascendió al rango de Embajadora del Servicio Exterior Mexicano en donde ha ocupado 14 cargos diferentes en mismas residencias en embajadas y consulados mexicanos y desde el 31 de mayo de 2019 es Representante Permanente de México ante la OEA.
Es egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), obtuvo el grado de Maestría en International Service por la American University de Washington, D.C.y es Maestra en Defensa y Seguridad Hemisférica por la Universidad de El Salvador en Buenos Aires, Argentina, mediante el programa compartido con el Colegio Interamericano de Defensa.
Sus acciones no fueron bien recibidas ni siquiera por aliados de México en la OEA. El representante de Argentina, Carlos Raimundi, argumentó que la reunión no era parte de un debate entre quienes buscan fortalecer a la organización y quienes quieren destruirla. También señaló que no se puede aludir a cuestiones morales en una discusión técnica.
El embajador de Barbados, Noel Anderson, reaccionó profundamente molesto, expresó con dudas sobre los valores morales de la embajadora Baños, agregó «estuve escuchando cosas que son una falta de respeto a nosotros», adujo Anderson, quien recibió el respaldo del resto de delegados de la Comunidad del Caribe.
Baños con su rabieta, motivó que, países que en un principio estaban con México y en contra del aumento, cambiaron su voto, por lo que finalmente, la OEA resolvió con 25 votos a favor y 5 en contra, aumentar el presupuesto para el 2024 de 83 millones de dólares a 92. Como dice el dicho, nadie sabe para quién trabaja.
México a lo largo de su historia ha sido considerado como Líder en el mundo, en particular en América, hoy priva sobre de él una imagen de desprestigio y de sucia diplomacia. En cuatro años han sido muchas actitudes de faltas de respeto, crítica, de ofensa y desprecios, desaires y soslayos hacia organismos internacionales y otros países, Perú con el que se han triturado las relaciones, de manifestación de aceptar relaciones con gobiernos dictatoriales con tildes de tiranos, Nicaragua, Cuba y Venezuela.
La imagen de nuestro país debe ser impoluta y para ello está la vigilancia y atención de la Cancillería de mantener la mexicana diplomacia alejada de cualquier crítica y burla. Anoche ya liberaron los tiempos electorales para las corcholatas, ojalá y todos atiendan la propuesta de Ebrard de renunciar a los puestos de elección o designaciónpara que el piso esté parejo para… todos.