El presidente López Obrador, este martes, refiriéndose a los sucesos de Ciudad Juárez dijo que “perdieron la vida 38 migrantes, esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron cuando se enteraron que iban a ser movilizados, pusieron colchonetas en la puerta del albergue sin medir consecuencias”.
AMLO soslayó, en ese momento, la deficiente, la inhumana, la vil, la cruel actuación de tres elementos del Instituto Nacional de Migración.
¿Acaso pretende liberar de su responsabilidad a los verdaderos asesinos de 38 personas que estaban encarcelados como viles criminales, cuando su delito era buscar una mejor vida para ellos y sus familias? ¡Migrar no es un delito!
Una tragedia derivada de la falta de planeación en las decisiones viscerales tomadas al alimón, queda demostrada la carencia de protocolos de seguridad, de protocolos de protección civil, y protocolos de tratamiento humano dentro del recinto migratorio, el que es una cárcel como cualquiera.
Funcionarios del Instituto alertaron sobre las deficiencias de las estancias migratorias… ¡desde hace 4 años!
A pesar de que formalmente migración concierne a la Secretaría de Gobernación, el titular de la dependencia, Adán Augusto Hernández en entrevista con López Doriga, pretendiendo evadir la responsabilidad del caso, dijo que “administrativamente” el Canciller Ebrard es el comprometido de ello.
Aunque la política migratoria le pertenece a SEGOB, por razones oficiosas de origen presidencial, infringiendo la Ley Migratoria se hizo responsable a Ebrard de muchos casos de migración desde el inicio de la administración.
Recordemos que fue Marcelo Ebrard el primer alfil movido en la partida de ajedrez iniciada por Donald Trump. Fue comisionado por AMLO para negociar la cancelación de la construcción del muro de la ignominia, de conceder prebendas migratorias de contención en el lado mexicano mientras se hacían tontos con el mitote de buscar su admisión en la Unión Americana.
Labores que no correspondían a su cartera, sino eran de Doña Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila quien era la responsable de la política interior de nuestro país y quien, con todo respeto, no tenía el perfil para dialogar con el casquivano de Trump
A lo declarado por el secretario de Gobernación, Adán Augusto dijo el presidente en la mañanera del miércoles “lo sucedido es consecuencia de las circunstancias que se están presentando”, no se refiere a la inestabilidad política que se le ha endosado al Canciller mexicano al aventarle la pelotita, el que por cierto está por el momento con bajo perfil, armando quizá una estrategia política para contener la posible traición de su jefe o de su colega de gabinete.
Menciona el presidente que “se va a investigar a fondo para encontrar y culpar a los responsables de esta tragedia” para ver si hubo dolo o negligencia, agregando a manera de paliativo que, había una empresa privada de seguridad, Servicios Especializados de Investigación y Custodia, a cargo de ella en ese recinto, si, la había, pero esa empresa era responsabilidad de la SEGOB y la negligencia es tangible ya que la Custodia que tenía las llaves de la cárcel migratoria, estaba revisando camiones de pasajeros en el cruce fronterizo.
La Cuarta T debe dar testimonio de solución en este tema. Tragedia que no va a parar mientras continue el gobierno federal con el zaguán sureño totalmente abierto.
¡Amigos como siempre le dejo un saludo con mucho afecto!