José Luis Rodríguez
La inclusión de la sociedad en el Plan Institucional de Desarrollo de la Universidad es un tema crucial que refleja el papel de la educación superior en la construcción de una sociedad más equitativa y participativa. La universidad, como institución, no solo tiene la misión de formar profesionales y generar conocimiento, sino también de responder a las necesidades y aspiraciones de la comunidad en la que está Inserta. Este enfoque implica una serie de desafíos y oportunidades que deben ser cuidadosamente considerados y abordados en el marco del desarrollo institucional.
La universidad tiene la capacidad y la responsabilidad de actuar como un motor de cambio social. Su influencia va más allá de la formación académica, ya que también puede ser un agente de transformación social a través de la investigación aplicada, la extensión universitaria y la transferencia de conocimientos. Integrar a la sociedad en el Plan Institucional de Desarrollo significa reconocer y valorar la diversidad de voces y perspectivas que existen en el entorno social. Esto es fundamental para asegurar que los planes y políticas de la universidad sean inclusivos y reflejen una comprensión profunda de los desafíos y oportunidades locales.
Para lograr una verdadera inclusión, es esencial que la universidad implemente mecanismos de participación efectiva de la comunidad. Esto puede incluir consultas abiertas, foros de discusión, y la colaboración directa con organizaciones comunitarias y sociales. La transparencia en el proceso de desarrollo del plan es también clave para generar confianza y asegurar que las decisiones tomadas reflejen las necesidades y deseos de todos los actores involucrados.
Incluir a la sociedad en el proceso de desarrollo institucional no solo fortalece la legitimidad de la universidad, sino que también enriquece su función educativa y social. La interacción constante con diferentes sectores de la sociedad proporciona a la universidad una perspectiva más amplia y diversa, fomentando una cultura de innovación y adaptación continua. Además, la colaboración con la comunidad puede generar proyectos de investigación y extensión que tengan un impacto directo ypositivo en la vida de las personas, abordando problemas concretos y contribuyendo al bienestar social.
Sin embargo, este enfoque también presenta desafíos significativos. La inclusión efectiva requiere una disposición genuina a escuchar y a adaptar los planes institucionales en función de las aportaciones recibidas. Esto puede implicar cambios en la estructura y en las prioridades de la universidad, lo que no siemprees fácil de implementar. Además, es crucial asegurar que todas las voces sean escuchadas, especialmente aquellas de grupos tradicionalmente marginados o menos representados.
En este sentido la UAEM ya ha desarrollado conversatorios dentro de la universidad, con toda la comunidad universitaria. Esta semana se realizarán coloquios con integrantes de la sociedad de variados sectores en Cuernavaca, Cuautla y Jojutla, además de un Coloquio con los Egresados de la Institución.
La inclusión de la sociedad en el Plan Institucional de Desarrollo de la Universidad es una estrategia que puede potenciar la relevancia y el impacto social de la educación superior. Al fomentar la participación comunitaria y la transparencia, la universidad no solo fortalece su relación con la comunidad, sino que también se posiciona como una institución más adaptativa, inclusiva y comprometida con el desarrollo sostenible. Es un camino que requiere compromiso y apertura al cambio, pero que ofrece grandes beneficios tanto para la universidad como para la sociedad en su conjunto.
«El objetivo de la educación es formar a la persona humana en su totalidad, en todas sus dimensiones, para que pueda contribuir al bien común de la sociedad.»
Romano Guardini