La reciente visita a la frontera del Presidente de la República generó gran movilización y significa la aceleración de la modernización de las oficinas aduaneras a lo largo de los estados mexicanos colindantes con la nación norteamericana; más de 10 mil millones de pesos se invertirán en los siguientes meses.
También es un mensaje de corresponsabilidad en el tema migratorio ante la finalización de las restricciones que imponía la aplicación del Título 42 en Estados Unidos; México debe atender a través del Instituto Nacional de Migración, con mayor eficacia, el fenómeno migrante tras la tragedia en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En este mismo sentido México estableció un operativo espejo al de Estados Unidos para contener una movilización ante la finalización de la política restrictiva del COVID; al parecer la estrategia funcionó porque aunque las comunidades fronterizas norteamericanas siguen preocupadas por el hacinamiento en los centros de procesamiento y detención de migrantes, se ha registrado menos llegadas de lo esperado.
El pripio secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, reconoció el domingo que el número de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos «es marcadamente inferior al que había antes del fin del Título 42.»
La Seguridad es otro factor determinante. México y Estados Unidos aunque se han confrontado en los discursos, se han visto obligados a la colaboración y a la coordinación. El Departamento de Defensa de Estados Unidos aclaró que siempre ha defendido la colaboración bilateral y el respeto a la soberanía de México.
El tema electoral en Estados Unidos desafortunadamente es factor y muy real; la radicalización en las posturas de los miembros del Partido Republicano cuyos ataques sobre el tema migratorio en contra del presidente Joe Biden no dan cabida al debate, propicia la aplicación de políticas y acciones igualmente extremas.
Son públicas y conocidas las decisiones del gobernador Texaco Greg Abbott; las declaraciones del mandatario en Florida, Ron DeSantis; las ofensas vulgares del senador John Neely Kennedy; entre otras mucha.
La relación entre México y Estados Unidos siempre ha presentado altibajos; es parte de la enorme diferencia de las necesidades y/o ventajas que ambas naciones tienen. Afortunadamente nuestra diplomacia siempre ha salido victoriosa sin volver a sacrificar nuestra Soberanía como cuando perdimos gran parte del Territorio.
