La corrupción se combate y no se acabará con la destrucción de las instituciones fiscalizadoras que tanto le costó al pueblo construir para combatirla en beneficio de México.
Acabar las obras iniciadas en el pasado gobierno no ha terminado con la corrupción dentro del gobierno federal, sólo ha motivado a los actuales funcionarios a esgrimir una estrategia renovada aprovechando la desaparición de instituciones y órganos que normaban su actuación y que ya no les estorban.
Los pobres resultados que la 4T tiene hasta el momento demuestran que solo perseguía a todo lo que fuera de origen del pasado para que, con la desaparición de las instituciones, poder asumir una función corrupta renovada y adecuada a su realidad que les permita acceder a lo que siempre han buscado el beneficio económico individual y mayúsculo.
En México la corrupción es el segundo problema que más preocupa a la población mexicana y se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional, sin excepciones, goza de libertinaje al no estar vigilados los organismos de seguridad pública por ningún instrumento administrativo, el reflejo en la actualidad, la corrupción es el factor más problemático para hacer negocios en México, seguida por el crimen y la delincuencia, es el mayor obstáculo para el despegue económico del país.
La faceta más deprimente de la corrupción se muestra cuando se analizan los costos en el ámbito social, los cuales se manifiestan en el malestar generalizado por parte de la sociedad ante las altas cifras de corrupción en México, las que, suelen estar asociadas con los temas de impunidad, de violencia y de inseguridad.
En el quinto año del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, es posible identificar que los resultados del actual gobierno han sido mucho más discursivos que efectivos, no han cumplido con lo pronosticado, dejando en la incertidumbre al resto de la administración.
Una de las realidades más claras y preocupantes es la falta de políticas públicas y acciones claras para combatir la corrupción, a pesar de haber sido una de las principales banderas de campaña del presidente. Hoy sin las Instituciones que perseguían a los corruptos, éstos, actuarán con toda tranquilidad.
Ante las evidencias por actos de corrupción la respuesta de quienes están al frente del actual gobierno, por dogma y mandato del gran Tlatoani, como consecuencia se ha propuesto el debilitamiento de las principales instituciones dedicadas al esfuerzo anticorrupción, Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Ayer fuimos testigos de un hecho necesario como mecanismo electoral, se dio el primer debate entre las dos candidatas a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez por MORENA y Alejandra del Moral de la coalición opositora integrada por los partidos PAN, PRI, PRD y NA, de la cual, ambos grupos contendientes se auto declaran ganadores, mi apreciación, vi más sólida a Del Moral, la profe Delfina llegó con maquillaje en una de sus principales debilidades, su desaliñada presencia, carente de argumentos soportados para debatir la exposición de sus deslices.
Ambas, usaron a la corrupción para señalarse errores cometidos por sus partidos, obvio la mayoría eran en contra de los partidos opositores, sin embargo, a la afirmación de Alejandra del Moral de que Delfina Gómez había cometido un delito electoral el que fue sancionado por el Tribunal, el robo (así lo calificó Del Moral) del diezmo de los salarios de los trabajadores del municipio de Texcoco, cuando la docente era la alcaldesa de esa municipalidad.
En su defensa, Delfina dijo que la resolución judicial fue en contra de su partido y no en el suyo, descalificando a sus denunciantes muy al estilo de su mentor, el ilustre Señor de Macuspana.
El 15 de octubre 2020 en Los Ángeles, California fue arrestado el General Salvador Cienfuegos Zepeda, ex secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Peña Nieto. Acusado de usar su rango para proteger y coludirse al Cártel de Sinaloa, el de la familia Guzmán Loera. Inexplicablemente mediante la gestión del gobierno federal de México, el General Cienfuegos fue regresado a nuestro país, cobijado por el Manto Sagrado de la 4T.
Recién, fue publicada la nota referente a los viajes “terciopelo” del general Luis Crescencio Sandoval González en compañía de su familia, amigos y escoltas, al extranjero, en jets del Ejército debidamente acondicionados para confort del viajero, hoteles de dos diamantes, comidas y cenas en buenos restaurantes, viáticos en suficiencia y visitas a museos. Todo alejado de la presumida “Austeridad Franciscana”.
Andrés Manuel López Obrador menospreció los reportes sobre los viajes que el general Sandoval y su familia habrían hecho con cargo a la SEDENA. Se escuda diciendo que se trata de una campaña de calumnias por parte de la oposición y de filtraciones desde agencias de Estados Unidos.
Con la exoneración pública a través de la bendición de San Andrés de Macuspana en las mañaneras y los hechos irrefutables de aquellos que presumen ser salvos, se ratifica que, la corrupción y la impunidad siguen presentes como siempre en la sufrida vida del mexicano.
¡Amigos la semana tiene siete días y gracias a Dios es viernes!