Ya no importa la edad, la ropa, la hora, el día o la hora; ni tampoco si sólo iba a la papelería y es una niña, si es una joven recién egresada de una universidad en busca de trabajo como así es una madre joven y ando en busca el sustento para sus hijos, si simplemente salió a divertirse, si no quiere acceder a las imposiciones de un hombre, va a ser tratada como carne de cañón, o para el uso sexual de quienes tienen afición A disponer comercialmente del cuerpo de ellas.
Fueron, Victoria Guadalupe, Evelin Afiune, María Fernanda, Anahi; y así tanta y tantas más por todo lo largo del país, en estos breves tres meses de lo que va del año, y todo el año anterior; ellas fueron asesinadas, sin piedad, sin miramientos, despreciando su vida, su condición, sobre todo su género.
Morelos, desafortunadamente no ha salido de la lista de las entidades federativas en la que se registran altos índices de violencia contra las mujeres y niñas. Según el Secretariado Ejecutivo Nacional para la Seguridad Pública, los estados de la República con la tasa más alta de estos delitos en 2021 fueron: Quintana Roo, Morelos, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Oaxaca.
Señalan colectivos feministas y de Derechos Humanos que el crimen se Anahi en Temixco, es el número 26 en lo que va del año, en Morelos, conforme a lo que han documentado. Si son más o son menos, no es el punto, el punto es que así fuera una, solo una mujer, una niña, un niño a quienes se haya agredido en cualquiera de las múltiples formas de violencia, esto ya es inadmisible!
Alarmantemente, ayer se informaba vía tuiter la Fiscalía General de la República, delegación Morelos, que “muchas mujeres son engañadas con falsas promesas de empleo Y después son encerradas, golpeadas, despojados de sus documentos de identidad y sometidas explotación sexual”.
Según fuentes que han opinado en los medios de comunicación en nuestro Estado, los municipios en donde se han reportado privaciones de la vida de mujeres, en al parecer la modalidad de feminicidio ha sido en: Cuernavaca, Amacuzac, Tepalcingo, Cuautla, Yecapixtla, Temixco, Tlaltizapán, Emiliano Zapata, Jiutepec, Xochitepec y Yautepec. Sin embargo, en ninguna entidad las mujeres, las niñas y los niños se encuentran seguras ni libres de violencia.
Por supuesto, que las investigaciones han llevado a cabo en algunos casos, en pocos exitosamente deteniendo a los probables responsables de los ilícitos en contra de ese grupo vulnerable, y desafortunadamente nos damos cuenta que en un alto porcentaje, podríamos afirmar 90% los hombres, y en un porcentaje también cercano a ese, se trata de las personas cercanas a esas mujeres niñas y niños.
Políticas públicas van y vienen, se implementan diversos mecanismos de los cuales se lleva registro y se pretende por ejemplo en el caso de Morelos la alerta de violencia de género, abarcar a más allá de los ocho municipios en donde se decretó desde 2015; sin embargo una cosa desierta de poco han servido, por parte de quienes se encargan de su implementación, sino porque más allá de la lejanía con la autoridad se encuentran las familias, en todos los tipos que actualmente se conocen, esas familias en donde la violencia está latente, donde es una forma de disque educación, esa violencia que solamente se va a lograr erradicar cuando en familia y desde familia empecemos a educarnos en el respeto en todos los sentidos, el respeto a la dignidad de los integrantes de esa familia, el respeto al cuerpo de esas personas vulnerables; cuando además de la familia, nos quede claro que la escuela, sea un espacio en el cual también nos eduquemos en el respeto a A quienes nos rodean, en el respeto a la integridad física y mental, en que eso y el crecimiento personal en dignidad, forman parte importante de la protección a las personas, se traten de niñas de niños o mujeres; en una época en la que el respeto a los derechos humanos es fundamental en todos los sentidos, también es fundamental que aprendamos que esos derechos humanos no solamente deben de reclamar se cuando existe un proceso en el cual intervienen autoridad, si no esos derechos humanos existen y deben ser respetados en el primer círculo en el que una persona desde que nace debe de desenvolverse; ese círculo, es el núcleo de la sociedad,
es el primer círculo es la familia.
La autoridad por supuesto que tiene un gran compromiso con la sociedad en cuanto a la protección de esas personas vulnerables, en cuánto a la prevención del delito, pero no se nos olvide que muchas veces ni la autoridad misma puede entrar ni conocer qué pasa al interior de las familias y es ahí donde corresponde a cada una de las personas que la integramos y que con una simple escala de valores acerca de lo que es bueno y lo que es malo, podríamos darnos cuenta que proteger a cada uno de sus miembros debe ser siempre la parte fundamental.