Hoy les traigo un análisis profundo sobre los recientes movimientos del gobierno de Donald Trump y las graves implicaciones que estos podrían tener, tanto para Estados Unidos como para México. Hace casi una semana, el magnate asumió la presidencia y, como prometió durante su campaña, comenzó a aplicar una serie de órdenes ejecutivas que han dejado claro su enfoque: “Estados Unidos Primero”.
En sus primeras 24 horas al mando, Trump firmó más de dos docenas de órdenes, muchas de ellas buscando reconfigurar la política migratoria, negar la existencia de las personas no binarias, e incluso eliminar los programas de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad.
Estas decisiones no solo afectan a las personas dentro de Estados Unidos, sino que también tienen un impacto directo en nuestra región.
Una de las órdenes más preocupantes es la que permite el despliegue de tropas en suelo estadounidense para proteger su frontera, un movimiento que ha desatado controversia debido a sus implicaciones. El gobierno de Trump no solo ha abierto la puerta a la militarización dentro de sus fronteras, sino que también ha comenzado a aplicar estas medidas, con marines estadounidenses ya presentes en la frontera con México.
Aquí en México, sabemos demasiado bien lo que significa la militarización. Desde hace años, hemos sido testigos de violaciones a los derechos humanos, como torturas, desapariciones y muertes, sin que la inseguridad o la migración irregular se hayan visto realmente resueltas. La crisis humanitaria en Tapachula y otros lugares del sur del país es una clara muestra de las consecuencias de poner al Ejército al frente de la política migratoria.
Y ahora, con el gobierno estadounidense tomando la misma ruta, las consecuencias pueden ser aún más graves. La militarización, que ha causado tanto sufrimiento en nuestro país, podría extenderse a nuestra frontera con la llegada de más efectivos del Ejército estadounidense. Las violaciones de derechos humanos cometidas por el ejército estadounidense en otras partes del mundo, como en Afganistán o Vietnam, son bien conocidas. ¿Qué nos espera entonces en la frontera sur?
Desde este micrófono, no podemos dejar de advertir los peligros que trae consigo esta militarización. Veremos a los habitantes de nuestra frontera los primeros en sentir el peso de estas decisiones. Las puertas de la militarización se han abierto, y lo que sucede después podría tener consecuencias muy difíciles de revertir.
Así que, como siempre, estaremos atentos al desarrollo de esta situación, porque lo que pase en los próximos días y semanas puede cambiar para siempre la relación entre nuestros países. No perdamos de vista el impacto humano de estas decisiones. Estemos informados, estemos alerta.
Saludos a los paisanos morelenses que hoy viven una situación difícil de incertidumbre, que sea lo mejor para ellos…
