1.- Esos cantos de sirena
2.- Sección 19 y los jóvenes
3.- Gamboa
4.- Es el arte
1.- Es más que difícil resistirse ante la posibilidad de tener la responsabilidad de ir a un cargo para el que no se está preparado, porque se piensa que esa oportunidad no volverá a presentarse, y quizá no, pero ¿es ético aceptar un puesto sin contar con los elementos que le permitan responder frente al reto, pensando en la ciudadanía?. Me parece que no.
Los políticos se creen con la obligación de aceptar los cargos aunque sepan que no tienen la debida preparación. Los vemos saltar de uno al otro, ligando fracasos y le llaman experiencia, en su infinita incapacidad por ser honestos consigo mismos; es el negocio lo primero, y se les ve ir de agricultura a educación; si les dan drenaje o basura, los toman; no es que sean multifuncionales, son ambiciosos y van donde “los requiera el servicio”, pero son unos farsantes que se escudan en que “así se estila, es lo de siempre”
Si es por cargos de elección popular igual, no dan resultados pero van de diputados locales a federales, a presidentes municipales, senadores y/o, de regreso; es igual; incluso el orden es lo mismo; lo que importa es estar pegado al presupuesto, que lo que se diga de ellos es lo de menos, y van, en el camino, amasando fortunas, las que no se podrán justificar con sus salarios; y si les preguntan, lo evaden o lo justifican con cualquier cosa, y saben que tienen que aguantar el chaparrón unos días y después seguir como si nada. El cinismo es el mejor de los escudos para esta clase de “personajes”.
No dudo que entre muchos pudieran darse los que aceptan con la esperanza de salir con bien, pero aquí no hay fórmulas mágicas; cuando no se tiene la preparación, por más que se cuente con sentido común y con honradez, no se podrá salir adelante porque no se sabrá aglutinar al equipo suficiente para volar; no se tendrán los conocimientos ni la experiencia para armar el tinglado en bien de la comunidad, y en la desesperación, los errores aparecen, y entonces se complica todo, hasta llegar al caos y el sueño termina por ser una pesadilla y que, para colmo, todavía falta mucho camino por recorrerse.
Una de las experiencias más dolorosas se vio con Sergio Estrada, quien en 1996 era un feliz mecánico, alejado de la política, en el 97 alcalde y en el 2000 gobernador, y pese a que había hecho un buen trabajo como presidente municipal, fracasó como gobernador.
Si hubiera hecho un buen trabajo como gobernador, con responsabilidad, sin duda que le esperaba una secretaría de gobierno con Calderón, pero sin experiencia y muchos “amigos”, se perdió en la nada, y nadie confía en él; anda por ahí o por acá, es uno más.
Eso le puede pasar a Juan Ángel por precipitarse, pues teniendo una carrera, piensa en ser el gobernador, sin contar con amarres nacionales, contactos para traer apoyos, más el graquismo que no lo puede ocultar del todo. Aunque las encuestas digan cosas; sabe que es mentira, pero si se siente bien, que le siga; la realidad suele ser terriblemente cruel.
Paola Cruz es la mejor morenista en el congreso, convencida de la izquierda, pero no se deje llevar por el canto de sirenas, y Mirna, no dudo de su entusiasmo, pero no por mucho madrugar, amanece más temprano; no caiga en el canto de sirenas; quienes lo siguieron, no sobrevivieron; las dos son talentos y pueden llegar, pero con sapiencia; el que corre se puede tropezar; una experiencia ejecutiva para Paola, una federal para MZ, y ya después; tienen edad, y si trabajan, las cosas vienen, pero hay que estar preparado.
2.- Gabriela Bañón sigue en el trabajo; ahora se reúne con jóvenes docentes para que se encuentren con su sindicato y que entiendan que la lucha por los derechos laborales es un proceso siempre inacabado; siempre habrá un derecho más que alcanzar. Bien Gaby.
3.- Jorge Gamboa Olea es Uriel Carmona encarnado; tanto que no se sabe dónde inicia uno y dónde el otro; con sus detalles, sigo pensando que Jasso debió ser reelecto; error.
4.- El arte es poco socorrido en la educación, pero nos encontramos con talentos; en la primaria Miguel Hidalgo de Jiutepec, una escuela que quiere ser diferente, los niños de segundo grado de Laura Quiroz tienen un libro de cuentos y la alumna de sexto, Yaretzi, pinta hermoso.