Hablando de política rumbo al proceso electoral de 2024, es necesario recordar que durante 2021 se afianzaron algunos activos y otros se fueron al basurero de la historia, pero en el año en curso surgirán o se reposicionarán otros nombres, liderazgos nuevos y algunos más indudablemente resurgirán. Así es de dinámica la política y la vida pública: todo es circunstancial.
Con respecto al resurgimiento, debo referirme a Rabindranath Salazar Solorio, candidato natural del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura de Morelos, quien jamás ha perdido el respaldo de la corriente identificada como “Rabinismo”, en la cual era muy importante su finado hermano Radamés, pero la cual se mantiene activa. En el Congreso local hay cuadros “rabinistas” con peso específico en ciertas regiones de la entidad. En lo personal, Rabindranath Salazar Solorio se perfila a ser el candidato oficial de Morena, con fuertes posibilidades de ganar la contienda en 2024.
Por el lado del Partido Acción Nacional, desde mi particular punto de vista su candidato será José Luis Urióstegui Salgado, presidente municipal de Cuernavaca, quien primero deberá enfocarse a fondo, con toda la pasión y la realidad financiera del ayuntamiento, a resolver los problemas citadinos y a lidiar con la etiqueta de “panista embozado”. En la campaña de 2021 varias veces pretendió deslindarse de la cábala que se apoderó del PAN-Morelos, sin conseguirlo. Hoy por hoy, la tríada de los hermanos Martínez Terrazas influye en las decisiones importantes de Urióstegui, a quien han logrado “convencer” para aceptar determinados contratos con proveedores y constructoras, de esas que, vinculadas al SAPAC, ejecutan obras enterradas, esas que son difíciles de auditar por lo mismo. Diría mi hermano Víctor: “El mejor dinero es el que se encuentra bajo tierra”. Al buen entendedor, pocas palabras.
Dícese que otro activo panista hacia la gubernatura sería el actual diputado local Oscar Cano Mondragón, coordinador de la bancada blanquiazul en el Congreso morelense y próximo presidente de la Junta Política y de Gobierno. Sin embargo, yo más bien lo vislumbro buscando la reelección o yendo en contra de alguno de los hermanos Martínez Terrazas tras la presidencia municipal de Cuernavaca.
La actual presidenta de la Junta Política y de Gobierno del Congreso, Paola Cruz Torres, ha enfrentado la arremetida de grupos de presión al interior de ese cuerpo colegiado, incluso la misoginia de ciertos legisladores, pero sus fuertes convicciones y combatividad, a pesar de estar en este momento en un delicado proceso de embarazo, jamás ha dejado de luchar en contra de la intolerancia y machismo de algunos miembros del denominado Grupo de los 11, que a veces es de 12 debido a la indefinición ideológica y conveniencia del diputado morenista Arturo Pérez Flores, quien a veces apoya al Grupo de los Ocho. Es el diputado bisagra. Desconozco cómo vaya a terminar la gestión de Paola Cruz a fines de agosto venidero, pues su paso por la LV Legislatura ha sido trompicado. Hacia 2024 podría buscar la reelección o la candidatura al Senado de la República.
De las mujeres a afianzar cierto liderazgo, debo destacar a Margarita González Saravia, hoy directora de la Lotería Nacional, quien ya es identificada a plenitud por el presidente de la República quien, a final de cuentas, será quien decida en torno a la designación del candidato de Morena a la gubernatura de Morelos. Si Morena o las nuevas condiciones del órgano nacional electoral (no sé con qué nombre quedará el actual INE) deciden que en Morelos toca candidata mujer, González Saravia sin duda será una de los prospectos, al igual que la senadora Lucía Meza Guzmán, cuya presencia en la Cámara Alta se percibe todos los días. Nunca se le deberá descartar.
Y sobre diversos escenarios estarán también Tania Valentina Rodríguez Ruiz, que ya aprieta el acelerador y se nota cada día; y sin decirlo, despacio, pero con paso veloz, por ahí anda también Mirna Zavala Zúñiga. Ambas son diputadas locales.
De los actores políticos que supieron navegar en el tormentoso escenario de años recientes, y continuarán en esa ruta hacia el 2024, destaco a Rafael Reyes, quien ganó su reelección en Jiutepec de manera abrumadora; lo mismo a Juan Ángel Flores Bustamante, el alcalde de Jojutla, calificado entre los tres mejores del país, y si van a ese municipio verán porqué tal medalla.
No dejo de citar en este grupo a Agustín Alonso Gutiérrez, que seguirá con Yautepec como bastión, pero ahora anda intentando acomodarse como líder del Congreso, y si lo logra… pues estará en la disputa de las candidaturas al Senado, como están Rafael Reyes y Juan Ángel Flores Bustamante. Los tres desearían gobernar Morelos.
De los liderazgos emergentes en 2022, habrá que destacar también a Matías Nazario Morales, hoy por hoy líder moral del Partido Movimiento Alternativa Social (MAS), quien ya está armando estrategias desde esa trinchera hacia el 2024.
Otro más es Rodrigo Arredondo, alcalde de Cuautla, que si logra limpiar toda la suciedad en medio de la cual quedó la ciudad, tendrá probabilidades de reelección o alguna otra posición relevante. En otro entrego periodístico me referiré a otros personajes que pudieran despuntar hacia el año 2024. Habremos de ver su desarrollo y administración personal entre 2022 y 2023.