La República del Perú ha regresado a los años ignominiosos de la represión brutal de las criminales dictaduras de Sudamérica del último cuarto del siglo pasado; con precisión no se sabe cuántos muertos, cuántos heridos y cuántos detenidos han provocada los enfrentamientos de la Policía Nacional del Perú PNP, y el Ejército en contra de los manifestantes que exigen el cierre del Congreso, la renuncia de la presidenta de facto Dina Ercilia Boluarte Zegarra y nuevas elecciones, entre otras demandas. Cifras aproximadas hacen saber que son cerca de un millar las víctimas mortales.
Estas movilizaciones, que se iniciaron el pasado 7 de diciembre tras el encarcelamiento del presidente constitucional, José Pedro Castillo Terrones, puesto que no ha renunciado, denominadas como “Marcha de los 4 suyos” o “Toma de Lima”, no obstante esta denominación, se han extendido a todo el país y ha elevado la presión contra el Gobierno de facto que encabeza la vicepresidenta en el gabinete de Castillo y ahora encumbrada como jefa de Estado, sin embargo la jerarca y su gabinete han optado por atrincherarse y negarse a las necesarias negociaciones.
Ello no obstante que desde el pasado 10 de enero la Organización de la Naciones Unidas, ONU, ha exhortado a las autoridades del Perú respetar los derechos humanos, incluido el derecho a la manifestación pacífica
Fue el propio secretario de la ONU, António Manuel de Oliveira Guterres quien sigue con preocupación la situación en el país sudamericano, se ha unido a los llamados para investigar las violaciones de los derechos humanos y para ejercer el derecho a la protesta de manera pacífica. Las Naciones Unidas piden, además, facilitar una solución pacífica y dialogada a la crisis.
Textual, Guterrez: “está profundamente conmocionado por el número de muertes registradas en el contexto de las protestas” que se registran en el país, ha asegurado su portavoz Stephan Dujarric, durante la rueda de prensa diaria que se celebra en la sede de la Organización en Nueva York.
El Sistema de las Naciones Unidas en Perú, también lamenta profundamente la pérdida de vidas humanas en el contexto de las protestas sociales que se viven en el país. Ha ofrecido sus “sentidas condolencia a las familias y comunidades de las personas fallecidas”.
Agrega que las autoridades del país deben “asegurar justicia para los casos de personas muertas y heridas (incluyendo civiles, periodistas, policías y militares) desde el inicio de las movilizaciones en diversas regiones del país en diciembre de 2022; y evitar que estos hechos se repitan”.
Oídos sordos a los exhortos de la ONU, es la respuesta de las autoridades ilegítimas; las protestas y los cortes de carreteras continúan en la mayoría de los departamentos del país, sobre todo en el sur, donde quedó bloqueado también el acceso por tren al Machu Picchu, golpe terrible al turismo.
Las fotografías que muestran la brutalidad de los agentes policiacos y de elementos del Ejército recorren el mundo. Perú ha retrocedido a la ignominia de las dictaduras de Sudamérica del siglo pasado. El pueblo peruano protesta y es masacrado.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com