Tras caminar por octava ocasión para pedir La Paz de Morelos, Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca, llamó a reconocer la realidad que se vive en México y Morelos donde con tanta violencia la sociedad está extraviada.
Destacó que prevalece la corrupción aunque digan lo contrario y el país se está volviendo insensible al dolor.
Recordó los niveles de incidencia delictiva que están azotando a la entidad
En estos tiempos de crisis por la violencia y la inacción de las autoridades, el Obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, llamó a la ciudadanía a jugar un papel más protagónico al respecto. Con ánimo de iluminar el camino.
Y recomendó apegarse al “Decálogo de Propósitos y Acciones” para construir la paz, inspirado en la Palabra de Dios de la que brota la doctrina social de la Iglesia.
*“Firmes en la esperanza”. No caigamos en el desánimo personal y social. No demos lugar al pesimismo y la resignación Podemos salir adelante. El Dios de la vida está de nuestro lado.
*“Nadie enfrente esta calamidad solo”. Podemos enfrentarla juntos, con inteligencia y valentía. Solos y aislados somos vulnerables; juntos no nos pueden vencer.
*“Urge rescatar a los niños y jóvenes”. El amor de Dios debe tocarlos para alejarlos de la mayor tentación que tienen cuando piensan: “mejor una vida corta como rey, que una larga como buey”. No dejemos que el crimen organizado nos robe a nuestros niños y jóvenes.
*“Fortalecer a toda costa el tejido social”. Trabajemos en las virtudes sociales, comenzando por la confianza y la solidaridad, luego la justicia y la colaboración. Necesitamos recuperar y fortalecer nuestra “amistad social”.
*“Menos hermanos pobres y más hermanos trabajando”. Debemos saber decir no al dinero fácil, venga del crimen organizado, de un partido o del gobierno” No seamos presas del subsidio económico que crea dependencia.
*“Familia: educa en la laboriosidad, la justicia y la paz”. Todo esto comienza en casa, aunque no siempre es fácil. Pero sin duda, si hay en casa respeto, justicia y paz, hará surgir nuevas generaciones de ciudadanos.
*“La paz es también responsabilidad de educadores y comunicadores”. Hablen del valor de la vida y ofrezcan fundamentos. Menos contenidos violentos y más fraternidad. Educadores y comunicadores: los necesitamos.
*“Comunidades parroquiales: sean constructoras audaces de paz”. Abran sus puertas, salgan, acojan, escuchen, compadézcanse, atiendan el dolor y compartan la fe. La parroquia es hogar de las víctimas y también de los victimarios que quieran volver al camino; es casa donde experimentar el amor de Dios. Todos.
*“Nunca será lícito ni legal que la autoridad civil claudique de su responsabilidad en materia de seguridad y paz social”. Para eso tienen el poder y el uso legítimo de la fuerza. “Abrazos, no balazos” es demagogia, y hasta cierto punto complicidad. Autoridades: no fallen, cumplan su función, garanticen con hechos seguridad y paz.
*“Pedir insistentemente el don de la paz”. Podemos decir al momento de orar: Señor Jesús, haremos nuestra parte, pero sin tu ayuda no podemos, con tu ayuda sí podemos alcanzar la paz. Ven en nuestra ayuda.