El bien vestir acorde con el nivel de ingreso es valedero en cualquier lugar y en cualquier nivel de la sociedad, así como vivir acorde con las demostraciones que a lo largo de ella se han tenido, al igual que su familia, siempre y cuando el origen del recurso para pagarlo, haya sido lícito y bien ganado.
Vivir en el departamento presidencial que existe en El Palacio Nacional, no es vivir en la austeridad republicana, es vivir en un confort que ya quisiera una familia de cuarto nivel, pero que disfruta plenamente el primer damnificado del neoliberalismo, el primer mandatario del país.
Según datos proporcionados por AMLO en julio de 2019, el departamento construido en su momento por el ex presidente Felipe Calderón, cuenta con una extensión de 300 metros cuadrados, en los que están distribuidas tres recámaras, una sala-comedor, cocina y ¡un baño! Contando además de un “pequeño” estudio y un “pequeño”gimnasio.
En tono de broma, el mandatario aclaró en ese entonces, que el departamento de palacio nacional no tiene alberca, y, dijo que le ayuda mucho alojarse ahí en lugar de su antigua vivienda de 1,250 m2 que tiene 4 baños, ubicada en la alcaldía de Tlalpan. «Me ayuda mucho estar aquí. Porque me ahorra unas dos horas diarias de transporte«, confesó el presidente.
López Obrador, en esa fecha se auto llamó «no fanático» de la economía. «Me ocupo de asuntos políticos. Se exageró cuando se elevó la economía a rango supremo, y se subordinó todo lo demás», dijo.
Para el presidente, hoy de 68 años, la intención era crecer un 4% en promedio por año en su sexenio (2018-2024). «En el año 2024 necesitamos crecer a un seis por ciento», precisó, añadiendo que los números no fueron escogidos al azar.
«¿Por qué cuatro por ciento? En el periodo que yo llamo neoliberal, que fueron 36 años de política de ese tipo, el crecimiento promedio fue de 2%», explicó López Obrador. Se refirió a la época comprendida entre 1982 y 2018, cuando los presidentes mexicanos que gobernaron lo hicieron siguiendo políticas de ese tipo.
En el primer trimestre de 2022 la economía mexicana mostró un crecimiento de 1.83% respecto al nivel observado en el mismo trimestre de 2021. Debe tomarse en cuenta que, en el primer trimestre de ese año, la actividad económica se fue a la very, se contrajo a (-) 2.9% anual.
Y en la “Pesadilla” de la inflación: Banxico sube pronóstico a 7.5% para 2022. Los analistas ajustaron también sus pronósticos para la inflación al cierre de año a niveles de alrededor del 8 por ciento, y prevén que la tasa de interés de fondeo podría alcanzar el 10 por ciento.
Prospectiva nada grata para México, el escenario económico no es positivo, este tema formó parte de la agenda que el presidente López Obrador trató como importante, entre otros, con el presidente de estados unidos Joseph Biden. A la exposición del Macuspano el Pensilvano se mostró indiferente, nuestro país tuvo la oportunidad de externar ese y otros temas más a nivel regional y no lo hizo, ahora se tratará con la peculiaridad de un solo país.
El mostrarse con indumentaria tercer mundista, nada denigrante, pero que no viste a un estadista como debe ser el mexicano, pretenso y frustrado líder regional, no ayudó en nada.
Toda vivienda de Cuarta Transformación tiene menos de 50 m2, en ella viven no menos de cuatro personas a diferencia de los tres que habitan el “Depa” presidencial que seguramente no solo tiene un baño, ¿se imaginan a Doña Beatriz con diarrea y AMLO leyendo el aviso oportuno de El Universal?
AMLO ya no tiene que viajar en el metro línea dos y tomar en Taxqueña una ruta a Tlalpan y caminar los 300 metros que distan a su casa en esa alcaldía, ya no dormita en las horas invertidas en el transporte, desde hace tres años descansa plenamente en palacio nacional.
Dice el dicho que “El hábito no viste al monje” pero un traje de Milano viste bien a cualquier mexicano cuya economía se lo permita, pero con un ingreso de 2 millones 11 mil pesos al año y sin gasto alguno, AMLO bien podría lucir como digno y humilde estadista con un traje de lana cuyo precio es asequible a su presupuesto ya que no rebasa los 25 mil pesos, una camisa blanca de algodón de unos mil doscientos pesos, una corbata Scappino o BurBerry que no rebasan los 800 pesos, unos zapatos Quadra con valor de 3 mil pesos, calzón y camiseta Zaga de unos 120 pesos y unos calcetines de unos 80 pesos comprados en Sanborns, hacen un gasto exagerado de 30 mil doscientos pesos que, bien visten a un presidente demócrata y líder de naciones que en él creen, que pena que el presidente López Obrador no lo quiera ser.
Con el mismo atuendo tercermundista, el discurso somnífero, que mereciera el aplauso del presidente Maduro de Venezuela, no lo tenía que decir en corto y en el salón oval, lo tenía que haber gritado en la Conferencia de las Américas, en ese momento habría tenido la debida atención y hubiese ayudado, de paso, también a Biden en las próximas elecciones.
Por lo mientras, vemos que colaboradores cercanos al mandatario mexicano ostentando su austeridad republicana, tuvieron económico divertimento en tiendas como Neiman Marcus, Saks Fifth Avenue, Nordstrom, y Bloomingdale’s.Por lo pronto les recuerdo que, la semana tiene