Obras en municipios con tintes electorales, pago de campañas políticas y la obvia realización de pingües negocios de manera discrecional, son tres de los objetivos más específicos por los cuales ciertos diputados locales adscritos al Congreso del estado propugnan un fondo “especial” de casi 600 millones de pesos, cuyo control y fiscalización aún es un misterio.
Su nombre sería, como queriendo imitar los programas federales de Andrés Manuel López Obrador, “Fondo de Bienestar para los Morelenses”; y es impulsado básicamente por el diputado priísta Eliasib Polanco Saldívar, respaldado éste por personajes internos del propio Congreso y externos, que ya fueron legisladores locales, cuyo protagonismo es evidente.
De acuerdo con fuentes consultadas, ningún grupo parlamentario ha rechazado la creación de dicha bolsa, que aun cuando se expone ante la sociedad como un Fondo de Apoyo o Emergencias para los municipios, en realidad funcionará como una caja chica, con manejo discrecional.
Para ello ciertos cabilderos del Congreso están presionando al Ejecutivo, a fin de que la partida de casi 600 millones de pesos sea definida en el Presupuesto de Egresos 2021, a pesar de que hay rubros mucho más importantes, como son la salud pública, la educación y la seguridad. Empero, los diputados creadores de la fabulosa “idea” insisten en pasar de legisladores a constructores y contratistas.
El dictamen para crear el “Fondo del Bienestar para los Morelenses” ya está redactado y radicado en la Comisión de Puntos Constitucionales presidida por Eliasib Polanco Saldívar quien, de alguna forma u otra, ha pretendido venderlo al presidente de la Mesa Directiva, Francisco Sánchez Zavala, y a la Junta Política y de Gobierno, encabezada por Paola Cruz Torres. Empero, Paco Sánchez acaba de declarar que el tema no está por ahora en la agenda legislativa a desahogar a corto plazo. Así las cosas, parece crecer la idea de que el mentado “fondo especial” es inviable financiera y técnicamente. La función constitucional de los diputados, insisto, es legislar, no para meterse de constructores y coadyuvantes para la generación de contratos con empresarios privados. En eso se quieren convertir los impulsores de la idea: manejar dinero a discreción, sin la debida fiscalización. Todos tienen prerrogativas para la gestoría social, lo cual lleva décadas. ¡Que se conformen con eso y se dediquen a su verdadera función!
Es evidente que el grupo priísta del Congreso busca incrementarse los recursos, a pesar de la insolvencia financiera estatal. De benévola no tiene nada la mentada iniciativa.
El dictamen señala que el “Fondo del Bienestar Para los Morelenses” se deriva como consecuencia de la epidemia y las políticas de restricciones tanto nacionales como estatales denominadas semáforos, “toda vez que dichas políticas han impactado gravemente en la restricción de acceso a negocios por parte de turistas, así como el confinamiento de la sociedad en general, incrementando con ello un desbalance económico en nuestra entidad, ya que siendo el Estado de Morelos un lugar históricamente turístico, se percibe hoy en día desolado, abandonado y cada vez con menos inversión en infraestructura pública social”.
“De tal forma que, es necesario la reactivación económica y la inversión pública social de manera tangible por medios más directos y menos burócratas, con la finalidad de que estos recursos e inversiones se perciban de manera inmediata en el desarrollo económico de la entidad”, agrega el documento, buscando vender la idea de que los ínclitos diputados serán los salvadores del desarrollo económico de los morelenses. Nada más apartado de la realidad.
Chequen este párrafo, de antología:
“Para poder dar ese paso hacia la implementación de soluciones inmediatas en materia económica y social es necesario realizar los ajustes correspondientes para la reactivación de la economía, mediante la inversión de recursos destinados a detonar el flujo de efectivo y con ello generar una economía de desarrollo, generando empleo y bienestar a las familias en el Estado de Morelos”.
“Ahora bien, mediante la implementación del presente Fondo, se busca con ello impulsar el desarrollo económico social de la sociedad morelense, de manera más directa, llevando los apoyos a la célula primaria de la sociedad, denominada familia; así como a los poblados, barrios, colonias, ejidos y comunas y, a la micro, y pequeña empresa, todos ellos estructuras sociales que forman y sostienen la economía del Estado de Morelos, fomentando con ello el bienestar de la comunidad y el ataque a la pobreza”.
Más claro, ni el agua. El “Fondo” buscaría generar rentabilidad electoral a los diputados que ingenuamente se dejen engatusar.
Y el colofón:
“Para atender la crisis económica que se vive hoy en día y poder cubrir las necesidades en materia de desarrollo y fortalecimiento económico de la sociedad morelense, se crea el presente Fondo para implementar estudios, planes, evaluaciones, programas, proyectos, acciones, capital semilla, obras de infraestructura y su equipamiento, en cualquiera de sus componentes, ya sean nuevos, en proceso, remodelaciones o ampliaciones, así como para completar el financiamiento de aquéllos que no hubiesen contado con los recursos necesarios para su ejecución, pero no solo se limita a estos conceptos, sino que derivado de la emergencia sanitaria COVID-19 se podrá abastecer las necesidades básicas tanto alimentarias como de salud y educativas de las familias morelenses, para la reactivación económica del Estado”.
En concreto: la generación de más burocracia. Etcétera, etcétera.
Lo peor de todo es que Eliasib Polanco y sus huestes, disfrazados con piel de oveja, estén propiciando parálisis legislativa y polarización, a escasas semanas de haber iniciado la Legislatura LV. Simple y sencillamente, no se vale.
