Bueno les cuento que el pasado 29 de Julio se celebró uno de los días más raros del calendario, el día mundial del mal de amores o mejor conocido como el desamor, que es una situación que surge del dolor al no poder ser correspondido por la persona amada, ya sea por no atreverse a decirlo, por que la otra persona no sienta lo mismo, porque no se cumplieron las expectativas de la relación de pareja o porque una relación llegó a su fin.
El mal de amores o desamor es definido por la Real Academia de la lengua Española o RAE como una enfermedad o dolencia, pero en general se define como un la situación de sufrimiento, malestar y disconfort que vive una persona ante la dificultad o ausencia de posibilidades de vivir una relación de pareja con la persona amada.
Con el enamoramiento existe un boom de hormonas y neurotransmisores como la dopamina, noradrenalina y serotonina, estos caen de manera abrupta y veloz cuando llega el momento de terminar una relación, se reduce considerablemente la serotonina, causando un estado de inseguridad e intranquilidad que produce una alarma en el sistema nervioso autónomo (SNA). Un cerebro inseguro acompañado de falta de placer, favorece el enojo, la desconfianza y el reproche. Las personas con mal de amores experimentan la misma sensación de abstinencia que una persona que consume estupefacientes.
El desamor se caracteriza por la aparición de tristeza, angustia, desesperanza, dudas y emociones como culpabilidad o enojo ante la situación que pueden llevar a un aislamiento, deterioro de relaciones personales, falta de concentración, anhedonia o disminución de la capacidad para sentir placer que son síntomas depresivos, aunque por otro lado es posible que la persona se encuentre en el extremo opuesto donde aumenta la actividad social, busca constante actividad sexual o vive con agitación y nerviosismo.
Esta sensación de sufrimiento puede llevar a cierta obsesividad y sintomatología depresiva, que es este desamor del que hablamos. Cuando una relación termina se viven las mismas etapas que en cualquier otro duelo, finalmente es una pérdida que se elabora de la misma manera, empezando por la negación, la ira, negociación, depresión y aceptación.
Recordemos que el duelo no es un proceso lineal y no todas las personas llegan a la aceptación al mismo tiempo, en algunos casos hay quienes tienen una necesidad obsesiva de ser correspondidos por la persona amada que pueden llegar en casos extremos a generar conductas de acoso que ocasionan peligros para quien lo padece como la persona a quien se dice amar.
Y ahora, ¿Qué hago? Antes de empezar a experimentar con tu cabello, abraza tus emociones y comienza a elaborar tu duelo, es normal y está bien todo lo que estás sintiendo, vivir esta experiencia no es fácil y vas a estar bien. Ahí te van algunos tips para sobrellevar el desamor: acepta lo que estás sintiendo, no intentes evadirlo, evita estar solo y rodéate de amigos con quienes puedas pasar tiempo de calidad, quita todo lo que te recuerde a esta persona y comienza con el contacto cero, haz ejercicio, comenzarás a producir todos los neurotransmisores que tu cuerpo está buscando, expresa tus emociones de manera saludable (escritura, arte, música, pintura, etc) mantente ocupado sin utilizar estímulos que eviten el sufrimiento como la bebida, comida, compras o sexo ya que estos solo van a perpetuar el malestar.
Recordemos que la sexualidad es para disfrutarse, dentro del marco de la ley, sin poner en riesgo la vida de los involucrados y con el consentimiento de los participantes; si no puede salir del mal de amores no olvides que pedir ayuda es de valientes, siempre estamos los psicólogos o sexólogos para ayudarte a reencontrarte y retomar tu vida.
EL DÍA DEL MAL DE AMORES
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