Es muy complicado hacer un balance del año. Sí, cada quién hablará según le fue en la feria. Y eso es lo que debemos considerar, incluso con los números oficiales y los otros datos. Mire, vayamos por partes, por las más notables: seguridad, sociedad y economía.
Si a usted le ha ido bien en materia de seguridad, no le ha tocado que asalten, secuestren o maten, algún familiar o amigo, felicidades. Está fuera de esa inmensa mayoría de mexicanos que tenemos miedo hasta de salir a la calle. Tal vez no se dé cuenta de que este sexenio ha sido el más violento, en el que ha habido más asesinatos dolosos, sin comparación en toda la historia, de la Revolución Mexicana para acá.
Tal vez su gusto y aceptación por el estilo populachero de AMLO, que lo tiene arriba en las encuestas, sólo por debajo del presidente de la India, no le deje ver que estamos, como nunca, a merced del crimen. Tan grave situación, que si el presidente se fuera contra los delincuentes como lo hace contra los periodistas, la historia sería otra.
Tienen al país, a los estados y hasta a las comunidades más pequeñas, repartidas. Cualquiera sabe dónde venden droga, asaltan o se contratan sicarios, a bajo costo. Digamos, sicarios del bienestar. Acordes a la pobreza franciscana, que reciben abrazos y no balazos, que son pueblo bueno y sabio, y nunca han escuchado en las mañaneras más que mensajes de corrección moral para sus madres y abuelitas.
¿Por qué será que AMLO tiene a su hijo estudiando en Europa? Pensé que sería un estudiante de excelencia en una de sus universidades del bienestar y no otro junior, bueno para nada más. Ah, se me olvidaba que los títulos de esas universidades son, si no carentes de valor legal en su totalidad, sí una estafa para quien de veras quiere estudiar. Y un hijo de AMLO no va a caer en esa trampa.
Esa es la otra, la social. El pueblo politizado, pero a su modo. Adoctrinado. Así como siguieron a Hitler, Castro, Mussolini y cualesquiera dictadores de izquierda o de derecha, diga usted. Enceguecidos por sus palabras. Dominados por el rencor de clase, no conciencia de clase, sino rencor y odio. Eso es lo que ha puesto en los corazones de los mexicanos en estos más de cuatro años, todos los días. Y como dice él, de antemano pido disculpas y no generalizo, pero es el más cínico, hipócrita y mentiroso político desde Porfirio Díaz. Si provoca una revuelta social, va a decir que él es la víctima, que son los conservadores y la oligarquía. Y lo querrá usar a usted, que recibe apoyos sociales, como carne de cañón.
Sí a usted, quien por más que le aumentan el salario mínimo, trabaja duro y se esfuerza, cada vez le alcanza para menos. Esa es la otra parte, el espejismo económico. ¿No se dan cuenta de que en México cada vez hay más pobres, empleos mal pagados, impuestos y reglas fiscales cual recaudador de la edad media? Eso sí, ahora todos ubicados por GPS.
Por más que mienta el presidente, por más que descalifique a sus críticos, que si son políticos tampoco les creo nada, pero por más que señale a quienes hacen uso de su raciocinio, los que piensan, los que leen, los que se informan más allá de sus otros datos, no puede ocultar las crudas realidades. La historia y la verdad lo alcanzarán, esperemos más temprano que tarde.
Y para iniciados
Como dijo el cantante yucateco, ya con esta me despido. La semana que viene lo dejaré descansar de esta incómoda y crítica colaboración. Van a estar muy contentos en palacio de gobierno, por unos días. Pero al principio de año nos escuchamos de nuevo. Que tenga usted una excelente noche buena y un gran año nuevo. Y no olvide que…
La información es PODER!!!
