A menos de 3 semanas, de la elección en México , hoy podemos decir que las cosas no pintan bien para el PRI, y sus deseos de gobernanza, salvo la incipiente recuperación electoral en la capital de la república y algún estado de la República. Lo cierto es que se encuentra al borde del precipicio electoral y de existencia.
La situación crítica que atraviesa el Partido Revolucionario Institucional, quien gobernara México durante más de 70 años como, opción casi única e irreductible, es crítica.
México era el PRI y el PRI era México, los sectores y organizaciones además de su militancia eran amplios y arrolladores electoralmente hablando, lo mismo campesinos, que trabajadores, que obreros, que jóvenes, que comerciantes y empresarios, daban forma a la democracia nacional conformada por un país que veía en el PRI, la oportunidad de crecimiento y desarrollo. Dé estabilidad laboral y paz social. Lema añejo del priismo y sus militantes.
Pero que paso? Como ocurrió? Que dejó de hacer el Partido?, Porque poco a poco sus estructuras, sectoreres y organizaciónes dejaron de trabajar y movilizar a sus militantes y simpatizantes?
En el entendido que el poder público desgasta, y el ejercicio del poder en sí mismo representa un desgaste también.
Nunca previeron que el crecimiento de morena fuera tan apabullante y se consolidara tan pronto en el país.
Lo que se vuelve inverosímil es que apenas haya alcanzado ni siquiera el 10% de la votación. Traducido en algo así como 5.4 millones de votos en el país. Lo que le representa 34 diputados de 500 para la próxima legislatura Federal.
Y con tan sólo 17 escaños en la cámara de senadores será muy complicado que el Prismo represente algo en las decisiones importantes del país. Sin duda no podrá siquiera en el debate construir una oposición digna, decorosa o seria.
Jamás en la historia del Prismo y de la fuerza política del Prismo, de los años setentas de la construcción de las instituciones que le dieron gobernabilidad y desarrollo a México en la democracia nacional. Se hubiera pensado la debacle electoral del partido, que presumió más estructura política y militancia en la historia democrática de México.
Jamás en su historia, ni en sus peores pesadillas los fundadores del PRI habrían pensado que hoy en la cámara de diputados serán la quinta fuerza política del país, por debajo de partidos como el verde, ecologista o movimiento ciudadano o incluso el PT.
la gran victoria del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en 2018, le dio un golpe de realidad al PRI del que no se han recuperado. La fuerza que exhibe Morena y la decadencia del PRI configuran en México quiza una especie de nuevo sistema de partidos, o una realidad política y social en la que el Priismo debe entender su situación de decadencia, aunado al abandono de sus filas de militantes distinguidos y de todos los niveles.
Pero hay un tema que no podemos dejar en el olvido, es decir, el Prismo no ha sido capaz de convencer al electorado a sus propios militantes a sus añejas y debilitadas estructuras electorales porque parece que tampoco ha entendido que esta nueva conformación de política en el país tiene que ver con la nueva realidad que vive en México y la posibilidad en sí misma de transformar la forma de hacer política, la forma de tomar decisiones y la forma en que hoy la política se acerca principalmente a los jóvenes y a la sociedad, particularmente aquella que sigue dependiendo del poder del gobierno y su capacidad de otorgar ayuda y beneficios desde los programas sociales y su impacto en las decisiones electorales.
Aunado, a lo anterior, debemos de tomar en cuenta que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional, se ha encargado de modificar a su antojo y conveniencia desde su manejo pernicioso, abusivo y falaz, el Consejo Político Nacional, dejando entrever estas últimas semanas que los trabajos del propio Comité Ejecutivo Nacional del partido, estarían encaminados a que Alejandro Moreno siga siendo el Presidente de un partido que hoy, ni siquiera le representa oposición alguna en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores, o incluso siquiera en algún Estado de la República a la apabullante mayoría con la que contará el Gobierno Federal los próximos tres años, al menos de gobierno.
Y es que hay que decirlo y decirlo claro, la situación actual del Prismo y de su crisis nacional, atiende no sólo a los últimos seis años en el contexto nacional, sino atiende a una deuda histórica que tiene el priismo con el pueblo de México.
Hoy estadísticamente el partido más odiado en el país sigue siendo el PRI, aunque ya hace seis años no gobierne más a la República, la pérdida del poder público en los estados, al gobernar hoy sólo dos estados de 32 posibles, es un indicativo, quizá de que el partido, debiera cambiar sus colores, sus siglas, su ideología, su estructura partidista, su forma de hacer gobierno e incluso restructurar sus documentos básicos, su programa de acción, en fin, refundar al partido con la fuerza de lo que representa las nuevas generaciones y su impacto en las decisiones electorales.
Esperemos pues con el transcurso de los meses y el inicio del nuevo gobierno en el país, que es lo que le depara la política nacional al partido otrora, partido único constructor de instituciones y garante del desarrollo y de la paz social del Mexico, que hoy ha transformado su visión política económica, y social de cara al nuevo gobierno, y al mandato presidencial de la primera mujer, presidenta de México.
Muchas Gracias nos escuchamos en la próxima.