Por: Pablo Rubén Villalobos.
El pasado sábado 17 de julio, la Universidad Mexicana de Educación a Distancia y el Instituto Mexicano de Victimología, otorgaron la gran distinción del Doctorado Honoris Causa a este Columnista Pablo Rubén Villalobos Hernández… En la solemne Ceremonia leyó el mensaje que me fue solicitado Pablo Rubén Villalobos Adán mi Hijo, a quien agradezco su apoyo por razón de mi problema visual. Él inició con este personal y sentido pensamiento: “No importan los ojos de Tierra. Pulidos son tus ojos del Alma y abiertos están los de tu espíritu… Con todo mi amor, Papá”… A continuación, dejo a ustedes el mensaje de Don Pablo Rubén Villalobos Hernández, hoy Doctor Honoris Causa reconocido por la Universidad Mexicana de Educación a Distancia y el Instituto Mexicano de Victimología, respetuoso del espacio que corresponde a mi Señor Padre… Luego de ello vino mi expresión… “Las Redes Sociales son casi vitales en nuestra vida cotidiana, por los conocimientos, la comunicación e información inmediata que nos proporcionan y permiten… Sin embargo, es lamentable reconocer que su utilidad se desvirtúa, para ser usadas con irresponsabilidad por muchos de sus usuarios qué las transforman en armas tergiversadoras para ofender, vituperar, denostar y denigrar lo mismo a personas físicas que morales, así como para propiciar engañosos mitos e insolencias, que por la desgracia de lo falso en sus contenidos, con toda facilidad desorientan y mal encausan a la sociedad… No se pierden, perdemos nosotros aceleradamente nuestros valores y principios… Estos nuestros días de vida, son tiempos difíciles que nos agobian… La humanidad los padece… Nosotros los sufrimos en casi todo el mundo… Como parte de esta humanidad, penamos en lo personal, por lo que tienen que pagar y sufrir nuestros familiares, amigos, vecinos y gente cercana… Nos agobian la pandemia que contagia, hospitaliza y mata… La inseguridad que nos embate, llena de dolor y luto… Nuestra economía deteriorada que a diario incrementa nuestras carencias y necesidades, por el ascendente costo de la vida… Peor aún lo son, el fatídico cambio climático que prohijamos y agota nuestros recursos naturales y ecológicos, pues inmisericorde mata y destruye la necesaria cadena de la vida vegetal, animal y la nuestra… Como un fardo se siente y cargamos el parcial y hasta total abandono del sustento para nuestros espacios de Enseñanza, desde la Básica hasta la Media Superior y Superior, así como en los vitales ámbitos de la Investigación, Arte, Ciencia, Tecnología, Deporte y Cultura en general, junto con el menosprecio manifestado a los galardonados por su trabajo, trayectoria y éxito, lo cual debe fortalecerse y multiplicarse, como en esta Universidad se cumple… Sufrimos por la pérdida de nuestros valores y nuestras libertades casi extinguidas. Por nuestra vida fantasmal que en lo familiar y social se ha deteriorado… Por el encierro o confinamiento recomendado u ordenado; por la incertidumbre a que nos someten los colores de la Contingencia. Por nuestros alimentos y medicamentos que hoy son casi inalcanzables, por su precio o por el desabasto… Muchas circunstancias más por el estilo nos agobian, por la incierta e incorrecta conducción de quienes parecen tener el poder decisorio, sobre nuestro destino de vida, en lo personal, familiar y social”… ¡Mañana concluiré este Mensaje..! Continuará… ¡Hasta mañana que será un día más..!