DIC 20 KNISMOLAGNIA / TICKING

El día de hoy hablaremos sobre un tema poco conocido que es la Knismolagnia o Tickling.
Considerado por algunos como una parafilia o un fetiche, es complicado debido a que no encaja con la definición para entrar dentro de estas categorías, pero hasta la fecha ha sido una forma de categorizarlo. Es una de las actividades eróticas menos investigadas, en parte porque es considerada fundamentalmente inofensiva.La Knismolagnia se refiere a una actividad en la cual los participantes experimentan excitación sexual a partir de hacer o recibir cosquillas. Puede incluir excitación derivada de ver como hacen cosquillas a otros.
Esta actividad puede incluir restricción de movimientos o ataduras llevándolo al mundo de BDSM donde existe una parte sumisa y otra dominante. Quienes disfrutan de esta actividad pueden llegar a preferir hacer cosquillas a llevar a cabo otras actividades sexuales incluido el coito. Esta actividad no necesita implicar un contacto con tono sexual, hay quienes pueden llegar al orgasmo solo con el placer de las cosquillas, otros ni siquiera necesitan contacto, sino que se estimulan al ver hacer cosquillas o hacerle cosquillas a otra persona.
¿Cómo saber si lo mío es la knismolagnia? Se relacionan impulsos sexuales intensos y constantes con hacer cosquillas, que le hagan cosquillas o ver que otras personas se hagan cosquillas, este es el estímulo principal para llegar al orgasmo.
Para esta actividad a veces ni siquiera es necesaria la desnudez o la penetración, hay quienes pueden llegar al orgasmo solamente por medio de las cosquillas, como ya habíamos dicho hacerlas, recibirlas o simplemente ver que se lleven a cabo. Se pueden utilizar otros estímulos como el uso de plumas, electricidad, o cualquier cosa que se te ocurra, pero la forma más común de conseguir un orgasmo suelen ser los dedos.
¿Las cosquillas son seguras? Los riesgos son casi nulos, ya que no existe intercambio de fluidos, solamente hay que tomar en cuenta que puede haber algún golpe involuntario por reflejo.
Recordemos siempre el consentimiento sexual, siempre tiene que haber un acuerdo por parte de todos los participantes para hacer o recibir cosquillas, pero ¿qué pasa cuando ya no quiero cosquillas? A veces solamente decir basta es suficiente, otras veces no, dependiendo de la dinámica sexual, es por esto que siempre que haya juegos sexuales se necesita incluir una palabra de seguridad sin enfoque sexual que le indique a todos los participantes que es momento de dar fin a la actividad que se esté realizando.
¿Qué tan común es? Resulta difícil evaluar ya que cuando se trata de hablar de sexo la vergüenza, el estigma, el tabú y hasta el puritanismo sexual puede hacer que las personas se abstengan de contestar, por lo tanto, si disfrutas de esta o de cualquier otra actividad sexual fuera de lo común o de la norma, no te preocupes seguramente hay más personas que disfrutan de ello al igual que tú.
Las cosquillas son una manera para aprender sobre el cuerpo humano, lo que excita a uno mismo y a la pareja, lo cual puede llevar a una intimidad más fuerte, hacer cosquillas también te hace sentir joven, alegre y con ganas de jugueteo, la risa crea vínculos entre los individuos de manera que esto te puede acercar a tu pareja, la risa también libera endorfinas que causan sensación de placer, alivian el dolor y promueven la cercanía entre las personas.
Recordemos que la sexualidad es para disfrutarse siempre dentro del marco de la ley, sin poner en riesgo la vida de los involucrados y por supuesto con el consentimiento de todos los participantes. Que tengan un excelente día, felices fiestas y hasta el próximo miércoles.