El pasado 10 de mayo “Día de las Madres”, en mis comentarios radiofónicos hice algunas reflexiones y referencias sumadas a las de otros compañeros, invitados y espontáneos que participaron en alguna de las emisiones de nuestras estaciones hermanas, La Comadre desde Cuautla y La 99 en Cuernavaca… Las múltiples expresiones casi en su totalidad fueron plenas de amor, cariño, reconocimientos, gratitud, recuerdos y muchos valores propositivos para rendir homenaje al ser que nos gestó y dio la vida que lo son, según decidamos llamarle a nuestra Mamá, Mami, Mamita, Má, Madre, Mamacita o Madrecita, de acuerdo con el trato que tengamos con ella, a quien también llegamos a llamar Jefa o Jefecita… En lo particular hice esta remembranza que dejo en estas letras, no sólo por el 10 de mayo y el Día de las Madres, sino por todos los días del año para bien recordar al ser que nos alumbró tras gestarnos en su vientre… Vaya el reconocimiento con amor y cariño para ellas, con el abrazo afectuoso, cálido y respetuoso para las madres abandonadas con la carga permanente de los hij@s; para las madres solteras que por diversas circunstancias voluntaria o involuntariamente se convirtieron en madres; para las madres casadas quienes en el marco del matrimonio y posiblemente del amor, dieron paso a la vida de sus retoños; a las madres viudas, que pese a los designios de su destino, tras quedar en soledad supieron enfrentar y velar con dignidad por el desarrollo y formación de su estirpe… A las madres que por fortuna están rodeadas de sus hij@s… A las madres que casi siempre están acompañadas de algunos de ellos… Para las madres que sufren el dolor por sus retoños desaparecidos quienes pese a ello andan a la búsqueda de ellos… Para las madres cuyos hij@s fueron ultimados… Para las madres que cumplen los cuidados de sus hij@s enfermos en casa o en los hospitales… Para las madres cuyos hij@s son de su sangre… Para las madres cuyos hij@s sin ser de su sangre les han dado el cobijo de su regazo y compartido su techo, alimento y abrigo… Para las madres sanas que por esta bendición pueden estar cerca de los suyos… Para las madres enfermas que pese a esa circunstancia, apoyan incondicionalmente a sus hij@s y a todos los suyos… Para las madres alejadas de sus hij@s, que por cualesquiera circunstancia los sostienen desde la distancia… Para las madres con hij@s sanos, que son una bendición… Para las madres con hij@s enfermos, a quienes ellas protegen y cuidan… Para las madres, abuelas y bisabuelas, que siguen cumpliendo con todo cuidado y responsabilidad el gran don de brindar las atenciones, afecto y cariño maternos… Para todas ellas y tantas más que cumplen por su lucha cotidiana, la noble labor de ser las matriarcas familiares que mantienen el orden en el hogar, con todas las atenciones que ello reclama para quienes viven bajo el mismo techo o más allá de él, donde cumplen cotidianamente las labores que permitan llevar el sustento diario o coadyuvar para el mantenimiento de los suyos, al mismo tiempo que atienden múltiples acciones y actividades como el cuidado y la formación de los hij@s, niet@s junto con sus labores cotidianas por la escolaridad u otras actividades que son parte de este proceso formador, amén de estar a la búsqueda de cumplir otras labores para incrementar el sustento e incluso, con gran esfuerzo y sacrificio, también prepararse en los espacios del saber para alcanzar nuevos, mayores y mejores estadíos de vida profesional y económico… Por todo esto y mucho más, ¡Cuánto significa cada mujer que lo ha emprendido y logrado para beneficio de sus hij@s y su familia, bajo el noble nombre de ser: ¡Una verdadera madre..! ¡Felicidades a todas ellas por ese y todos los días! ¡Hasta mañana que será un día más!
¡DÍA DE LAS MADRES, REFLEXIÓN!
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