- El gobierno de Morelos es un represor de los medios de comunicación
- La libre expresión no se compra con el erario
En México conmemoramos cada 7 de junio el día de la libertad de expresión la cual debería ser una celebración. Sin embargo, los sistemas de represión, principalmente hacia la prensa, se han encargado de obstaculizar este derecho humano que deberíamos gozar.
Tenemos que remontarnos al porfiriato cuando los hermanos Flores Magón publicaron el periódico «Regeneración» que hacía fuertes críticas al mandatario que rayaba en la dictadura. Y fue éste quien los mandó encarcelar para tratar de detener las críticas a un gobierno decadente. Pero, ni las rejas pudieron detener a los Flores Magón en su tarea de informar a una población esperanzada en una Transformación social, la revolución.
Lamento con profunda tristeza que la libertad de expresión siga siendo solo una utopía que nuestra sociedad busca de manera urgente desde gobiernos como el de José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón. En los estados de la república también podemos ver la captación de los medios por parte de los gobiernos locales, no solo callando sus voces sino también comprando sus simpatías como lo es en el Estado de Morelos actualmente.
No hay celebración sin haber cumplido este derecho. Necesitamos más garantías para que medios de comunicación y ciudadanía en general podamos expresar abiertamente nuestras inconformidades a un gobierno que viene en caída libre y que afecta principalmente a los morelenses.
Aplaudo a todos aquellos ciudadanos y medios de comunicación que día con día expresan su más profundo sentir sobre la decadencia del actual gobierno estatal sin miedo a ser acallados o que le retiren el presupuesto gubernamental. Porque su libertad de expresión no se compra con el erario sino con el reconocimiento de sus audiencias.