Hay un tema que por su dañina presencia lo hace recurrente en las noticias. La deuda que Pemex tiene con Contratistas. Esa deuda se compone de proveedores registrados, a los que, al cierre de 2024, les debe a derredor de 506 mil millones de pesos, y, con los no registrados, que son aquellos trabajos y proveeduría ya realizada por las empresas contratistas y que aún no han sido facturados en el trucado Sistema de Pago de PEMEX, en suma, el adeudo total podría rebasar el billón de pesos, según estimaciones de los propios contratistas de la petrolera.
En diciembre hubo unos cuantos pagos y otros en marzo para cubrir parte de la deuda reconocida de manera oficial, pero la no facturada agrava más la situación financiera de los Contratistas. Muchos han dejado de operar, otros están en liquidación. Haciendo una comparación de las obligaciones que ellos tienen, dicen que, el SAT no perdona los créditos fiscales que ya tienen constituidos y no condona los intereses que generan, al igual que el IMSS no perdona el no pago de cuotas patronales y las demandas laborales que tienen fincadas por sus empleados, cada vez son más y no encuentran la fórmula para su liquidación. Aunque la empresa les pagara el día de hoy, no les alcanzaría para cumplir con todo.
La presidenta Claudia Sheinbaum con bombo y platillo prometió a inicios del año que gran parte de la deuda sería saldada entre marzo y abril y el resto, durante el año; sin embargo, este mes reconoció que se tuvo que “crear” un esquema especial de pago para los contratistas de Pemex que todavía está en proceso ante algunos retrasos que se tuvieron y se duda que haya respuesta positiva. El daño es grave y ya está hecho y los recursos no existen. Comentó un Contratista de una naviera: «Las consecuencias del impago ya no tienen vuelta atrás: pararon a las empresas, muchas ya no van a sobrevivir, el daño está hecho».
Esta situación tiene muchas consecuencias negativas como las que se han expuesto, pero hay otra también grave, la afectación que la inoperación de PEMEX provoca en la ciudadanía campechana, en particular a la de Ciudad del Carmen, al disminuir la operación petrolera, disminuye la población flotante que, con su gasto y consumo, dinamizaba a la economía local y hoy, con una producción de menos de la mitad, como daño colateral, ha provocado el cierre de hoteles, posadas, restaurantes, fondas, loncherías, misceláneas, bares etc.
La producción de miles de barriles diarios ha disminuido comparativamente en los años: 2017, 1,264 millones y 2024, 868 millones de barriles que se traduce en una baja de producción de más del 30% en el sexenio anterior.
Esta reducción de producción ha originado otro mal colateral en la población Carmelita, el desempleo. PEMEX ha despedido en lo que va del año a casi 700 trabajadores y el sector privado, empresas y comercios, lo han hecho con 600 empleados más.
Lo que comentan los Contratistas defraudados, los trabajadores petroleros corridos y aún no liquidados y los desempleados de empresas y comercios, son reales lamentos, quejas, dolor expresado de cualquier forma ante el fracaso de sus empresas.
No son posturas o señalamientos de los adversarios de la Cuarta T como dijo la presidenta el pasado viernes 11 en Zacatecas al dar inicio al frijolero programa de Alimentación del Bienestar, no, esos Contratistas junto con los desempleados son penitentes de la frustrada empresa paraestatal PEMEX.
El expresidente López Obrador, decía que la economía nacional estaba «bien, requetebién» aun en los peores momentos. La realidad es otra, la economía mexicana ni tuvo un buen desempeño con AMLO, ni está sólida y fuerte en la actualidad como presume la Doctora Sheinbaum.
Amigos como siempre les dejo ¡un afectuoso saludo!
Hay un tema que por su dañina presencia lo hace recurrente en las noticias. La deuda que Pemex tiene con Contratistas. Esa deuda se compone de proveedores registrados, a los que, al cierre de 2024, les debe a derredor de 506 mil millones de pesos, y, con los no registrados, que son aquellos trabajos y proveeduría ya realizada por las empresas contratistas y que aún no han sido facturados en el trucado Sistema de Pago de PEMEX, en suma, el adeudo total podría rebasar el billón de pesos, según estimaciones de los propios contratistas de la petrolera.
En diciembre hubo unos cuantos pagos y otros en marzo para cubrir parte de la deuda reconocida de manera oficial, pero la no facturada agrava más la situación financiera de los Contratistas. Muchos han dejado de operar, otros están en liquidación. Haciendo una comparación de las obligaciones que ellos tienen, dicen que, el SAT no perdona los créditos fiscales que ya tienen constituidos y no condona los intereses que generan, al igual que el IMSS no perdona el no pago de cuotas patronales y las demandas laborales que tienen fincadas por sus empleados, cada vez son más y no encuentran la fórmula para su liquidación. Aunque la empresa les pagara el día de hoy, no les alcanzaría para cumplir con todo.
La presidenta Claudia Sheinbaum con bombo y platillo prometió a inicios del año que gran parte de la deuda sería saldada entre marzo y abril y el resto, durante el año; sin embargo, este mes reconoció que se tuvo que “crear” un esquema especial de pago para los contratistas de Pemex que todavía está en proceso ante algunos retrasos que se tuvieron y se duda que haya respuesta positiva. El daño es grave y ya está hecho y los recursos no existen. Comentó un Contratista de una naviera: «Las consecuencias del impago ya no tienen vuelta atrás: pararon a las empresas, muchas ya no van a sobrevivir, el daño está hecho».
Esta situación tiene muchas consecuencias negativas como las que se han expuesto, pero hay otra también grave, la afectación que la inoperación de PEMEX provoca en la ciudadanía campechana, en particular a la de Ciudad del Carmen, al disminuir la operación petrolera, disminuye la población flotante que, con su gasto y consumo, dinamizaba a la economía local y hoy, con una producción de menos de la mitad, como daño colateral, ha provocado el cierre de hoteles, posadas, restaurantes, fondas, loncherías, misceláneas, bares etc.
La producción de miles de barriles diarios ha disminuido comparativamente en los años: 2017, 1,264 millones y 2024, 868 millones de barriles que se traduce en una baja de producción de más del 30% en el sexenio anterior.
Esta reducción de producción ha originado otro mal colateral en la población Carmelita, el desempleo. PEMEX ha despedido en lo que va del año a casi 700 trabajadores y el sector privado, empresas y comercios, lo han hecho con 600 empleados más.
Lo que comentan los Contratistas defraudados, los trabajadores petroleros corridos y aún no liquidados y los desempleados de empresas y comercios, son reales lamentos, quejas, dolor expresado de cualquier forma ante el fracaso de sus empresas.
No son posturas o señalamientos de los adversarios de la Cuarta T como dijo la presidenta el pasado viernes 11 en Zacatecas al dar inicio al frijolero programa de Alimentación del Bienestar, no, esos Contratistas junto con los desempleados son penitentes de la frustrada empresa paraestatal PEMEX.
El expresidente López Obrador, decía que la economía nacional estaba «bien, requetebién» aun en los peores momentos. La realidad es otra, la economía mexicana ni tuvo un buen desempeño con AMLO, ni está sólida y fuerte en la actualidad como presume la Doctora Sheinbaum.
Amigos como siempre les dejo ¡un afectuoso saludo!