En reuniones con grupos de jóvenes, la senadora de Morena, Lucy Meza, expresó que la lucha de las izquierdas por las juventudes, se basa en la esperanza que representan para el presente y futuro del estado.
Durante la sesión de trabajo con jóvenes emprendedores, la legisladora escuchó anécdotas de vida propias del trayecto que se enfrentan en el autoempleo, pero también anécdotas desafortunadas relativas a la inseguridad que prevalece en la entidad y que ya impacta en la estabilidad de sus emociones.
La senadora por Morena, Lucy Meza Guzmán, sostuvo encuentros con grupos de jóvenes emprendedores, estudiantes universitarios y futuros profesionistas, los cuales calificó como una oportunidad única para acercar la política a este sector de la población, que en Morelos representa el 30.1 por ciento de la población total.
La morenista, precisó que dar una respuesta concreta a la demanda social de seguridad representa un gran desafío, principalmente porque deben acabarse corporativismos policiales y oportunismos políticos para lograr hacer frente a la delincuencia con estrategias eficaces de prevención y aumento de recursos para policías.
En la reunión con jóvenes universitarios, Lucy Meza, precisó que en Morelos la mayoría de las personas jóvenes se encuentran en el grupo de 15 a 19 años (27.9%), seguido del grupo de 20 a 24 años (27.9%), por lo que las juventudes son capaces de contribuir a la sociedad y es imperativo que ocupen espacios públicos, “es momento de ser protagonistas y no sólo testigos del avance de la Cuarta Transformación”.
Asimismo, destacó ala importancia de conocer y reconocer en la historia momentos definitorios para Morelos, ya que hacer un recuento del pasado es favorable a la memoria y la no repetición, evitará que se repliquen tiempos de corrupción y se alienten políticas de transparencia y apertura al pueblo, “la rebelión de conciencias, es una lucha de las izquierdas por la independencia de las juventudes y por la esperanza que representan para el futuro”.
En un último acercamiento, Lucy Meza, reconoció que las y los jóvenes demostraron responsabilidad en la pandemia, por lo que es momento de actuar e impulsar medidas concretas para fortalecer a las juventudes en su salud mental y resiliencia.
Concluyó que, de acuerdo a testimonios compartidos, la violencia y el acoso escolar son fenómenos que están rebasando a las instituciones educativas que no pueden frenar estos flagelos, por lo que es necesario asumir el compromiso serio de crear estrategias de empoderamiento para visibilizar estas y otras problemáticas que enfrentan las y los jóvenes para crearles entornos seguros y favorables a su desarrollo.