1.- Cuautla en el caos
2.- Congreso
3.- Tania Valentina
4.- Asesinato y el parque
1.- ¡Cuautla un caos!, ¡Cuautla un infierno!. Seguro que sí; los trabajadores despedidos por autoridades municipales de la Heroica protestaron; 190 que, de la noche a la mañana, se quedaron sin dinero que llevar a sus casas, que porque el aparato es obeso y, desde luego, es cierto, pero, ¿son culpables los trabajadores de esta situación?. ¡No!.
Poco a poco fueron creciendo los aparatos municipales, no siempre con los mejores en sus puestos; o no se tiene el perfil ni la capacidad, ni son diligentes, son corruptos o están de aviadores; todo ello pudiera ser, Nadie se molestaría si despidieran a esta clase de especímenes, de cualquier lugar. La sociedad se los agradecerá. Se ligan con los parásitos. Atendiendo el punto, podrían salir varios que engordan la nómina sin tener capacidad para ayudar a la comunidad; son un lastre hasta para sus compañeros.
Hacen quedar mal a sus camaradas porque no son pocos los que generalizan: “fulanita o perenganito son unos prepotentes”. Ellos deben ser corridos y se aplaudiría la acción.
Otros que pudieran ser separados serían los que se den de baja por voluntad propia, en la inteligencia de que se recibirá lo que la ley marca y alguna recompensa, en el camino de la buena voluntad y bajo las firmas respectivas para que nadie diga que hubo engaño.
Un tercer grupo podría ser con el que se negocie en buena lid, que no será más que por el bien del municipio, los términos de la ley y si más adelante se le requiere, se citarán.
Así, sumando de los tres grupos, se ligarán a varios que se irán y sin que se vinieran las protestas, sino que se limpiaría la comuna de indecentes, en el punto uno, y en el dos y en el tres, mediante el diálogo se llegaría a acuerdos, evitando bloqueos.
Hay medios que gustan tanto de dirigir el tráfico; ojalá se olvidaran de calificar las protestas como cosa demoniaca, por no llegar, jamás, a analizar el fondo de los casos, sin entender la necesidad de las personas que salen a las calles a protestar al ser el único sendero que se les dejó.
Así fue en la capital, no en el congreso, donde el sector 12 les quitó trabajadores a los legisladores del G8; la protesta legal, no en las calles. Ni en la capital, ni en el congreso, ni en Cuautla, la parte laboral en desgracia contó con el respaldo de trabajadores que siguen en sus sitios. ¿Un día serán ellos los despedidos?. ¡Sin duda!; entonces sentirán lo que es quedarse solos, cubriendo las esquinas para protestar y nadie se solidarizará.
Ahí está la capital, siguen sin liquidarles lo que conforme a la ley corresponde y no se sabe nada; es más, los trabajadores están resignados a su suerte, a que algún día sean los tribunales quienes resuelvan. Los que tienen trabajo, más tranquilos, pero los que no, ahí, solos, abandonados, y para Urióstegui no sucede nada, como tampoco para Paco el de las fosas de Yeca. Si a los trabajadores que fueron corridos del congreso les pillan las enfermedades a ellos o a los suyos, al fin no son de las familias de ninguno de los 12 legisladores que los echaron a la calle, sin piedad, vistos como enemigos odiados.
Cuautla fue un caos el martes, pero desde el despido, en 190 hogares existe el caos en cada instante, como en la capital y en el congreso. ¿Qué esperan para unirse?.
2.- No hay pleno en el congreso local; los que tienen que convocar no lo hacen; sólo se trabaja para preparar lo que, al final, no se presenta. ¿Qué hace Pancho Sánchez?. Quizá sea la hora de quitarlo porque ni a su jefe le sirve, no controla nada. Luz Dary está lista.
3.- Tania Valentina tiene una actitud propositiva y que el gobernador anuncie obras para los municipios lo considera, como es, positivo. “Como legisladora local, vengo a ponerme a las órdenes para que trabajemos en conjunto por el bien de nuestro estado y municipios; vengo a anotar para que juntos, con el poder ejecutivo y las presidencias municipales lo podamos hacer”, finalizó.
4.- Otro ejecutado en Yautepec este miércoles; el viernes una mujer. La fiesta sigue, se inaugurará un parque, ¿a qué precio, Agustines?, ¿cuánta sangre más en esta comuna?.