Con 291 votos a favor, el Pleno del Congreso de la Unión aprobó el dictamen de la Sección Instructora que declaró improcedente la solicitud de juicio de procedencia contra Cuauhtémoc Blanco Bravo. La sesión, marcada por momentos de tensión y episodios de censura hacia diputadas que protestaron, concluyó con una votación mayoritaria a favor del gobernador de Morelos, quien tomó la palabra de última hora.
Durante el debate, la diputada morenista Adriana Belinda Quiróz Gallegos, acompañada de las legisladoras morelenses Sandra Anaya y Ariadna Barrera, defendió a Blanco Bravo y solicitó que el diputado acusado de tentativa de violación subiera a tribuna. La intervención del exfutbolista generó una fuerte reacción en el recinto legislativo.
Blanco Bravo aseguró ser inocente y afirmó que acudirá directamente a la fiscalía para demostrarlo. Su participación provocó indignación en diputadas y diputados tanto de la oposición como de Morena, quienes criticaron que se le permitiera hablar y que, al finalizar la sesión, fuera retirado por una puerta trasera.
Entre las voces en contra del dictamen destacó la diputada Meggie Salgado Ponce, quien lamentó que con esta decisión se haya desprotegido a la víctima y advirtió que esto representa una pérdida de confianza de la ciudadanía en las instituciones.
A pesar de las críticas y la polémica, Blanco Bravo votó a favor del dictamen que rechazó el desafuero, sellando así un episodio que deja dividida a la Cámara en torno a su situación legal y política.
