Esta fecha me permite una efeméride que nos amenice el momento político que padecemos.
20 años de que el Concorde se fue a volar al infinito y más allá, el 24 de octubre de 2003 marcó el fin a 27 años de su historia.
Concorde: el avión supersónico y súper VIP que a 20 años de su desaparición aún no puede ser superado.
El avión supersónico, creado por la asociación Franco Inglesa Air France y Brithish Airways unió en esa fecha por última vez a Nueva York, Madrid y Londres. Las empresas pusieron fin a la comercialización del Concorde con tres vuelos completando 27 años de historia de vuelos supersónicos a través del océano Atlántico. Ese día, el último Concorde de la compañía británica partió de Nueva York a las 7.05 (hora local) y aterrizó a las 15.06 una hora más en Madrid, España.
Una maravilla tecnológica, un avión mágico. Eso era para muchos el Concorde, el avión supersónico más reconocido en el mundo que podía volar con pasajeros a más de 2 mil kilómetros por hora y duplicar la velocidad del sonido. Fue sinónimo de lujo y glamour. Desde su primer vuelo regular, el 21 de enero de 1976 que saliera de París rumbo a Río de Janeiro, el Concorde simbolizó el lujo y refinamiento en la industria aerocomercial, sus azafatas vestidas por la casa de modas Goulle, hacían de sus uniformes una exhibición de las últimas novedades de la colección de Nina Ricci, de Carven o de Louis Feraud.
Significó el encuentro entre dos culturas: los planos franceses estaban trazados según el sistema métrico decimal, en tanto el de los ingleses estaban según el sistema sexagesimal. El Concorde fue el génesis del Airbus, el único avión capaz de hacerle frente a la poderosa Boeing estadounidense. En el diseño del Airbus, se dejaron de lado las mediciones en pulgadas, pies y yardas.
El Concorde debido a la contaminación auditiva que provocaba el estrepitoso ruido al romper la barrera del sonido, tuvo grandes conflictos con el Congreso estadounidense a grado tal que se prohibió el uso de estos aparatos en una gran cantidad de aeropuertos en ese país. Gracias a William Coleman, secretario de Transporte de los Estados Unidos, el avión supersónico pudo volar hacia Washington. Y en 1977 consiguió el permiso para hacerlo entre Londres y París con Nueva York.
El Concorde voló de forma regular hacia Singapur, Ciudad de México, Dallas, Miami, Caracas y Barbados.
En 27 años de vida comercial, el Concorde transportó a 2,5 millones de pasajeros y realizó cerca de 5.000 viajes. Entre sus pasajeros estuvieron la Reina Isabel II, su esposo el duque Felipe de Edinburgo, el Papa Juan Pablo II, Margaret Tachter, la Dama de Hierro, primer ministro inglesa de esa época y celebridades como Robert Redford, Sean Connery (James Bond), Mick Jagger, Elton John y Phill Collins, quien gracias al avión pudo tocar el mismo día en las dos ediciones del recital Live Aid, tanto en Londres como en Nueva York.
El año 2000 no sólo marcó el cambio del milenio, sino que fue un año especialmente difícil para el Concorde. El 25 de julio de aquel año se produciría el accidente más grave de su historia cuando un Concorde que se dirigía desde París hacia Nueva York tuvo una rotura durante el despegue y se accidentó sobre la localidad francesa de Gonesse. Murieron las 109 personas que se encontraban en la aeronave y otras 4 que estaban en tierra.
El 10 de abril de 2003 fue anunciado por ambas compañías el fin de los vuelos comerciales del Concorde debido no sólo al aumento de los costos de mantenimiento, sino al fuerte descenso en la demanda provocado por ese accidente fatal.
Esta desgracia marcó la separación de las empresas Franco Gala que, en su asociación comercial fue definitiva.
Estuvo 27 años activo y todavía no existe un avión comercial que se le asemeje. ¿Surgirá como Ave Fenix?