En la práctica, la política mexicana suele transcurrir entre lo normado y lo libre, lo escrito y lo no escrito, lo jurídico y lo político, pues. A veces, ambas vertientes empatan, otras se cruzan o hasta chocan. En el proceso de Morena para la designación de sus candidatas y candidatos a gobernadores hemos visto todas estas posibilidades juntas.
El diseño de las convocatorias para nombrar a quienes coordinarán en los estados de la República tuvo un pequeño, pero muy efectivo toque de discrecionalidad que dejaba en el aire muchas dudas sobre los tiempos para llegar a las decisiones finales. Los aspirantes y sus huestes pasaron por días en una incertidumbre que cada vez generaba más preocupaciones, inconformidades y riesgos de fragmentación o ruptura.
La cúpula morenista decidió poner fin a las especulaciones sobre los tiempos el día de ayer, en voz de su dirigente Mario Delgado Carrillo. Y aunque, si bien las dudas sobre las fechas clave ya fueron resueltas, las preocupaciones, las inconformidades y los riesgos persisten. Sólo que ya serán solamente entre seis y ocho aspirantes quienes las padezcan.
Los demás tendrán dos opciones: impugnar, primero ante las instancias partidarias y luego conforme a la normatividad aplicable para los juicios de protección de los derechos políticos, conocidos como JDC, antes de cuatro días naturales a partir de haberse enterado de su exclusión definitiva o esperar y presionar para que algo les toque en la repartición de otras candidaturas o cargos porque, aunque públicamente sostengan que lo que importa es el proyecto, la realidad es que van por los cargos y los recursos.
En poco más de veinticuatro horas, mañana a eso del medio día, un enviado de la cúpula nacional dará a conocer la lista de entre seis y ocho personas que pasarán a la fase final de la convocatoria, la encuesta de preferencias. Si en la reunión dan oportunidad de hacer uso de la palabra a los aspirantes, brincarán varios cuestionamientos, sobre todo respecto a la encuesta telefónica que bajo gran sigilo afirmó Mario Delgado ya se ha llevado a cabo y se cuenta con los resultados.
Si solamente hacen el anuncio y dan por terminada la cita, no quedará a los inconformes más que buscar espacio en los medios y las redes sociales para manifestarse. ¿De qué dependerá que no se salga de control esta primera fase? Son varios los factores. Pero, encima de los legales están los del tejido fino, del oficio político de anticiparse, sobre todo en aquellos casos potencialmente más riesgosos, y haberlos conminado a sumarse aun cuando la resolución no les favorezca.
Si tratan de contener las inconformidades bajo el verticalismo institucional, un “no quedaste y hazle como quieras”, la cuestión se va a complicar.
Y para iniciados:
En el caso de las mujeres, habiendo hasta cuatro lugares disponibles y ya estando como segura la posición para Margarita González Saravia y la presión del gobernador y su hermano a todo lo que da para que sea incluida Sandra Anaya Villegas, la disputa por los otros dos lugares se antoja entre Juanita Guerra Mena, Lucia Virginia Meza Guzmán y Tania Valentina Rodríguez Ruiz, la última por ser propuesta de un partido aliado.
En el caso de los hombres, la decisión es todavía más complicada, pues los perfiles de Juan Ángel Flores Bustamante, Juan Salgado Brito y Rafael Reyes Reyes no son nada fáciles de descartar, debido a su trayectoria, compromiso y experiencia. Sobre Rabindranath Salazar Solorio, casi se puede dar por hecho que figurará en la lista.
Pero no así con Víctor Aureliano Mercado Salgado, cuya valoración política de su perfil por parte de la Comisión Nacional de Elecciones lo coloca atrás de todos los anteriores, no sólo por ser recién llegado a Morena, sino por no contar con experiencia electoral o bien por fracasar en su reciente aventura electoral tras bambalinas en el pasado proceso electoral, por un partido de oposición.
Falta agregar, además, a Agustín Alonso Gutiérrez, cuyo caso es similar al de Tania Valentina. El diputado de Nueva Alianza es propuesta de un aliado, que ya dejó claro no va a permitir que le jueguen chueco y si eso sucede rompería la alianza, llevándose al grueso de la base magisterial consigo. Tampoco resulta fácil descartarlo de la lista para la encuesta final.
Ya veremos qué pasa mañana, después del mediodía.
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