“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
Según los nuevos acuerdos y cambios a los Códigos Penales Federal y Estatales, la nueva terminología jurídica como consecuencia del “empoderamiento de las mujeres”, se logró mantener el término de homicidio para los hombres ultimados pero también incorporar el de feminicidio para los casos de las mujeres asesinadas… Por cuánto a los masculinos la aplicación de las leyes y las sentencias penales prácticamente son las tradicionales; no así las cuestiones relacionadas con la muerte de mujeres que permitan entrever su asesinato, porque bajo el término feminicidio todo parece indicar que hay formas, procesos penales, leyes y sentencias especiales contra quienes sean los presuntos criminales si son hombres, por la lucha y presión de los grupos femeninos de tantas denominaciones que tras ese empoderamiento, ahora más que antes desde los altos espacios del poder de la República se habla y magnifica todo lo relacionado con ese tipo de crímenes que incluso son usados para las vendettas y venganzas políticas… Recordemos por esta cuestión el crimen vivido por el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, cuando por petición del Gobernante Estatal de Morelos emprendieron la cacería contra el Fiscal General de Justicia del Estado, que por las circunstancias de los hechos de un feminicidio involucraron a la entonces Gobernante de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum y a su Fiscal General de Justicia Ernestina Godoy… Retornando al tema de los feminicidios que no “las feminicidias” por aquello de la terminología de los sexos ahora en boga, la PresidentA del País Claudia Sheinbaum en una de sus ‘mañaneras’ advirtió terminante que los casos de todas las mujeres ultimadas sean calificados como feminicidios con las investigaciones a fondo para que los presuntos criminales paguen, según dejó entrever ‘bajo todo el peso de la Ley’… Tal pareciera que en este País, frente al asesinato de 10, 50 o 100 hombres como ocurre diariamente, el asesinato de una mujer tiene muchísima más importancia para los espacios del poder gubernamental y de la “Justicia”, pues tanto en ellos como en algunos medios de comunicación, el homicidio de una mujer repito, no sólo se magnifica sino que tiene mucha más relevancia que el asesinato de quién sabe cuántos hombres… Tras las sentencias, extremadamente difícil es que un presunto feminicida quede en libertad aunque las pruebas no son consistentes, en tanto que por los homicidios las o los presuntos o reales criminales con toda facilidad, tras recibir sus sentencias muchos de los responsables quedan en libertad… Estos son los tiempos que nos toca vivir por ese empoderamiento femenino que sigue arrogante, arrollante y creciente en nuestro País donde ahora la equidad de géneros es prácticamente un mito pues las mujeres empoderadas o no, con facilidad se imponen, someten, maltratan y también atentan física, moral y psicológicamente contra los hombres sean o no cercanos, de su familia o de la comunidad… ‘Cosas veredes mio Cid’, de la obra literaria El Cid Campeador, de autor anónimo que algunos adjudican a Abu l-Walid al Waqqashi, por los acontecimientos criminales que cada día nos embaten pero que ya no nos sorprenden… ¡Y aguas, porque paralelo o atrás del empoderamiento de las mujeres, ahí viene el próximo por la fuerza que han tomado cientos o miles de integrantes de la comunidad LGBTQ+, “que también tienen su corazonzote” por cuánto a aspirar o ambicionar hacerse de los espacios del poder al cual también tienen derecho…! Parece que ese es el destino no sólo de los espacios gubernamentales sino también de muchos más… ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!