Quienes caminan por las oficinas, pasillos y rincones de la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación -nos informan fuentes confiables- más están sorprendidos del cinismo manifiesto de la ministra Yasmín Esquivel Mossa quien camina, saluda, se desenvuelve, acude al pleno, sigue como ponente y vota asuntos de la mayor trascendencia, que del plagio demostrado de las tesis de licenciatura y maestría.
Sabedora de que ninguna de las casas de estudios superiores, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Anáhuac, podrán retirarle el grado académico en razón de que sus reglamentos internos no contemplaban en los tiempos de la copia de los documentos recepcionales la sanción, la Ministra -lo sabe- puede mantenerse inamovible.
Precisamente en esos pasillos por donde deambulan los togados corre el rumor de que “sus pares” habrán de solicitarle que se retire del cargo toda vez que el daño a la imagen y credibilidad del máximo tribunal mexicano es enorme.
En la página oficial de la SCJN, en el apartado de la ficha profesional de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, se mantiene el párrafo que recordará por siempre la trampa, la carencia de ética y una vida basada en el engaño: “Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México; diplomada en Gobierno y Administración Pública por el Instituto Nacional de Administración Pública; especializada en Derecho Administrativo, Fiscal y en el Sistema Financiero Mexicano, cursadas en la Universidad Panamericana. Maestra en Administración de Instituciones Educativas y Doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac en convenio con Universidad Complutense de Madrid”.
Apenas este martes el Vigésimo Primer Tribunal Colegiado en materia Administrativa admitió a trámite el recurso de revisión que promovió la UNAM contra la suspensión definitiva concedida a la ministra Yasmín Esquivel Mossa, contra el acuerdo por el que se definen los lineamientos para la integración, conformación y registro de los comités de ética, encargados de investigar el presunto plagio de su tesis de licenciatura.
La juez federal de justicia ordenó dejar sin efecto la audiencia constitucional programada para el próximo 31 de marzo, donde debía definir si concede o niega el amparo a la Ministra.
Deben recordarse las palabras del rector Enrique Graue Wiechers cuando reconoció que “nada… redime la indignación” que siente la comunidad universitaria “ante un caso como el que nos ocupa” y que “pueda quedar impune y solo con el desprestigio profesional y social derivado de los debates que en torno a él se han suscitado”.