Durante la Mesa Redonda que cerró los trabajos formales del encuentro del Foro Internacional de Cooperación de Periodistas de la Franja y la Ruta 2024, dirigentes de asociaciones de diversas partes del mundo, aportaron ideas y expresaron su deseo de que la apertura de China se complemente.
Para hablar de desarrollo pacífico y de apertura a favor del crecimiento, no es congruente luchar contra el bloqueo con más bloqueo.
La gran comunidad y su comunicación es por internet; actualmente occidente y oriente, cada área con sus ventajas y errores, generan un aislamiento digital a su contraparte.
La digitalización del mundo es real; mantener una frontera infranqueable de la comunicación se contrapone con la búsqueda de llevar un mensaje al mundo de lo que ofrece China.
El mensaje central que se planteó es el de “expandir las oportunidades para un futuro brillante”, en un ambiente de paz; desde nuestro punto de vista debe lograrse con una comunicación abierta, transparente, amplia, universal.
Las fronteras en la navegación digital no deberían existir; si bien es cierto hay controles, su bloqueo para la conectividad echa por la borda a tan trascendente invención.
Es de esperarse que desde occidente esa apertura no se generará; ante ello China tiene la gran oportunidad de mostrarse al mundo como ejemplo mundial.
En este foro se conoció que cada país desarrolla sus propias redes sociales con funciones similares a las que ocupamos en occidente; Rusia por ejemplo.
Para México no solo sería un absurdo abstraerse de las relaciones con Estados Unidos, la dependencia digital y de otros muchos factores es conocida; nuestra diplomacia ha permitido una permanente y creciente hermandad con China.
Aunque Kamala Harris ha asegurado que de lograr el triunfo en la presidencia de Norteamérica “no hay nada positivo en una ruptura mayor entre las dos economías más grandes del mundo” se espera que mantenga enfrentamiento en cuestiones de tecnología de semiconductores, Taiwán y disputas territoriales en el Mar de China Meridional.
Tanto ella como Donald Trump continuarán su trabajo para contrarrestar los esfuerzos chinos por socavar la estabilidad global.
Por otra parte la mayoría de las casas encuestadoras arrojan que la mayoría de la población estadounidense exige que sus líderes sean más “duros” en contra del país asiático; ello es sencillo de entender ante la publicidad negativa que diariamente se aplica precisamente para generar una percepción de odio.
Una de las partes deberá dar el primer paso; todo apunta que ante el nivel educativo, cultura general, respeto a su nación y éxito en su apertura, China ha iniciado el camino hacia esa alternativa.