La Universidad de Oxford y la famaceútica AstraZeneca reanudan los ensayos clínicos de su vacuna experimental contra COVID-19 tras una breve interrupción por la sospechosa inflamación de la médula espinal de una mujer vacunada en Reino Unido.
La institución explicó que, en un ensayo como este, en el que por el momento participan unos 18 mil voluntarios, “es normal que algunos se encuentren mal y hay que analizar minuciosamente cada caso para garantizar la seguridad”.
La vacuna experimental de Oxford está elaborada con un adenovirus del resfriado común de los chimpancés, modificado con información genética del nuevo coronavirus para entrar al sistema inmune de las personas vacunadas sin riesgo de sufrir la covid.
Esta posible vacuna, considerada una de las más avanzadas que se desarrollan en todo el mundo, está en las fases finales de los ensayos clínicos antes de recibir la autorización de los organismos reguladores para proceder a inmunizar a la población.
Como se recordará, el 6 de septiembre, la institución y su socio, la farmacéutica británica AstraZeneca, decretaron una pausa de los ensayos clínicos en todos los países en los que se llevan a cabo —Reino Unido, Brasil, Sudáfrica y Estados Unidos— para que un comité independiente revisase el caso de la voluntaria vacunada. Tanto este grupo como la agencia reguladora británica, la MHRA, han recomendado reanudar las pruebas, por el momento solo en el Reino Unido.