Estimados radioescuchas, el año 2025 se está perfilando como un período particularmente desafiante, cargado de incertidumbres políticas, económicas y sociales que afectan tanto al mundo como a México. De acuerdo con el reporte de Integralia sobre «Los 10 riesgos políticos para 2025», el primer riesgo identificado es la incertidumbre económica, las disrupciones comerciales, las tensiones diplomáticas y, por supuesto, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, que justamente el día de hoy toma protesta por segunda ocasión como Presidente del país de las barras y las estrellas. Este riesgo no solo es elevado, sino que refleja lo que podría ser un año de profundas transformaciones a nivel global y local.
Es innegable que el regreso de Trump al poder constituye un punto de inflexión que podría alterar el equilibrio de poder, amenazar los acuerdos comerciales y desestabilizar democracias ya frágiles. En México, esta incertidumbre se magnifica debido a los propios procesos internos de cambio político que estamos viviendo. La reorganización del poder dentro de Morena, las tensiones dentro de las instituciones, y la fragilidad de nuestra democracia frente a estos nuevos vientos políticos globales, generan un escenario aún más volátil.
El 2025 nos obliga a replantearnos cómo entendemos la política y la gobernanza. Como dice el analista Greg Treverton, estamos ante una situación más cercana al «misterio» que al «rompecabezas». No hay respuestas fáciles ni soluciones correctas, solo una realidad dinámica y cambiante que desafía nuestras percepciones previas.
La pregunta fundamental de este año será, entonces: ¿qué está pasando realmente? Más allá de los riesgos identificados, la clave estará en comprender que el momento histórico que vivimos no tiene precedentes, y su desenlace dependerá de nuestra capacidad para adaptarnos y para pensar más allá de las certidumbres pasadas. Es un tiempo de replantear, de cuestionar y de anticipar sin tener todas las respuestas.
En resumen, el 2025 será un año que pondrá a prueba nuestra resiliencia y nuestra capacidad para entender y navegar la compleja red de factores que definirán el futuro inmediato. La incertidumbre es alta, pero también lo es la oportunidad de replantearnos y adaptarnos a un mundo en constante cambio.