• Urge. Y más en tiempos electorales para identificar sesgos y manipulaciones
Por: Alejandro Cárdenas
La alfabetización mediática se refiere a la capacidad de comprender, evaluar y utilizar de manera crítica los contenidos de los diversos medios de comunicación, como la prensa escrita, la televisión, la radio, Internet y las redes sociales.
La alfabetización mediática es fundamental para formar ciudadanos informados y participativos, implica que una persona logre discernir la información confiable de la desinformación e identificar sesgos y manipulaciones para tomar decisiones informadas basadas en las evidencias y por ello es fundamental contar con habilidades de pensamiento crítico y capacidad de análisis.
Para llevar a cabo la alfabetización mediática, es necesario fomentar en las personas el desarrollo de varios aspectos como el conocimiento de los medios de comunicación. En este sentido es importante que los receptores de la información comprendan cómo funcionan los diferentes medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales y esto implica entender los diferentes formatos, géneros y audiencias a los que se dirigen.
El análisis crítico de la información, significa aprender a evaluar lo que se recibe a través de los medios de comunicación y redes sociales. Esto obliga a tener iniciativa propia, tiempo y paciencia, para identificar sesgos, verificar fuentes y contrastar información.
La detección de sesgos de desinformación es fundamental en la sociedad actual inmersa en la tecnología, la globalización -y a ello ahora añádase la Inteligencia Artificial-, donde la información falsa y manipulada parece estar en todas partes, obliga a realizar una comprobación en múltiples fuentes y comparar lo que muestran o dicen. El análisis crítico de la información obliga a dedicar algo de tiempo cuando en verdad nos interesa el tema y no debemos limitarnos a una sola fuente de información. Si varias fuentes confiables respaldan una afirmación, es más probable que sea cierta.
Los sesgos políticos o ideológicos, -principalmente en tiempos electorales-, a menudo buscan el condicionamiento y la manipulación de la opinión pública y únicamente se evita si se valora la evidencia con el respaldado de pruebas sólidas. Estas prácticas son especialmente preocupantes, ya que pueden socavar la democracia y afectar negativamente la toma de decisiones ciudadanas en temas políticos.
Los actores políticos al crear sus contenidos durante épocas electorales deben -se supone- de hacerlo de manera responsable y ética -cosa que en los hechos es evidente que no sucede- y es por eso hoy más que nunca la urgente necesidad de que la ciudadanía tenga presente la alfabetización mediática ya que esta permite distinguir entre hechos y opiniones, reconocer la veracidad de las fuentes de información y evaluar la validez de los argumentos presentados.
Con la alfabetización mediática, tenemos la habilidad de buscar datos, estadísticas, testimonios o estudios que corroboren la información ofrecida en medios de comunicación y redes sociales.
La alfabetización mediática nos ayuda a realizar el análisis de una noticia, comprender mejor el contexto y la intención detrás de esa noticia o mensaje político al evaluar su credibilidad, identificar quién es el autor, qué información se presenta, cuáles son las fuentes citadas, cuál es el tono utilizado y cómo se presenta dicha información.
En un mundo lleno de información y desinformación, el pensamiento crítico y la capacidad de análisis son habilidades fundamentales para una efectiva alfabetización mediática con la cual se contrarresta cualquier intento de manipulación.