1.- Agustín Alonso ¿cómo explicar?
2.- Villalobos
3.- Las clases
4.- El tricolor igual
1.- Agustín Alonso reiteró que su misión primaria en el congreso local, es ser eje y los otros girando alrededor de él. Cae en lugares comunes, en la crítica, pero nada en el terreno de las propuestas; quiere parecer bravo, casi bravucón, estentóreo en su tono, sin que presente salidas, innovaciones ni propuestas; no hay ideas sino lugares comunes, no hay diálogo sino la intención del enfrentamiento, pero olvida que en este devenir, se da con la piedra en la boca. Hablar de delincuencia, por fuerza le lleva a Yautepec, uno de los municipios más violentos de la entidad y el que ha sido gobernado seis años por él y otros seis por su papá, con el ínter de Torres, quien es feliz con tomar las migajas que le lanzan sus patrones cada vez que se van a la campaña para la reelección, lo que no es precisamente una postura del todo digna, pero cada quien su vida diría Luis G Basurto.
Por dinero no puede reparar Tin Alonso, porque, si bien es cierto que dijo que Yautepec tenía problemas financieros, de pronto, de la nada, se pagan salarios y aguinaldos de los trabajadores, se anuncian obras y se donan más de 20 vehículos, además de las tantas despensas que se entregaron durante la pandemia, por lo que se puede ver que el dinero no es precisamente el problema que tenga Agus, es más, debe explicaciones para saber de dónde salió tanto dinero, pero ése es otro tema que merece ser analizado con tiempo.
Desde luego que tiene razón en cuanto a que es una aberración que una oficina de gobierno tenga presupuesto 150 millones de pesos; con ello se daría mantenimiento a tres mil escuelas con 50 mil pesos a cada una, o pensar en hospitales, parques, deporte, algo más productivo que lanzar dinero a la nada, a lo improductivo, a lo tan innecesario.
Si habla de la inseguridad, el imitador de Pepe Casas se muerde la lengua, ahí están los índices de violencia que se tienen para dicho municipio, son lamentables y no van a ser mejores ahora que papá Agus sea por tercera vez alcalde y él, diputado local por primera vez. No es culpando al gobierno estatal que se resuelve el problema, sino que debe atenderse la situación de fondo, sin dejar de combatir la delincuencia, con gran inteligencia y la fuerza en el instante indicado, con programas sociales, con empleo y llevando la inversión como sistema, en un municipio que se puede rescatar con trabajo.
Agustín quiere los reflectores, desea ser gobernador, pero, sería el segundo peor si lo lograra, el peor es Ángel García Yáñez, para el que están trabajando muchos, incluso el propio Agus, quien aguarda a que el desprestigio del priísta crezca tanto que no quede otra que buscar otra opción, y ahí estará Tin para ser el remplazo adecuado, y se hace la ilusión de que sea Morena el que le lance, por eso los elogios a Andrés Manuel, para que el morenismo se preste al juego y le lance la candidatura, como si no tuviera sus propios elementos, porque no sólo es Rabín, hay otros dos con posibilidades ciertas.
Si su gritoneo es para llamar la atención y que el Cuauh lo mande llamar, le diría que es la hora de que tome un asiento cómodo porque no lo va a mandar llamar, no lo hizo antes, ni lo hará ahora; no tiene la sensibilidad para ello; le tiene sin cuidado lo que haga
Pepe Casas no tiene señalamientos ni corren sobre él los rumores que sí van con Agus; además, nunca segundas partes fueron buenas; Casas tenía su estilo, y Agustín es burdo.
2.- Villalobos ya se descaró, que se brinde apoyo al próximo alcalde, con lo que se confirman las complicidades entre él y Urióstegui, y éste, como bien lo dice Paco Guerrero, devuelve el favor y les anticipa a las autoridades del Sapac cuatro meses de ventaja para que limpien los expedientes, al anunciar que le auditará apenas llegue al poder, en enero 2022.
3.- Los docentes están demostrando su profesionalismo, resolviendo, con su dinero, los problemas que hay en la escuela, porque de las supervisiones para arriba, no atan ni desatan, copn sus excepciones.
4.- En el tricolor se sienten vientos de gatopardismo, aunque dicen que son de cambio de dirigencia estatal. Y que servirá para nada.