La democracia en Estados Unidos es tan sui géneris, que hasta los presuntos delincuentes de delitos graves pueden aspirar y hacerse con la Presidencia de esa, considerada por algunos, la primera potencia del mundo.
Donald Trump, un presunto delincuente, cuyo historial de múltiples acusaciones de diferentes delitos graves no han contado o no se tomaron en cuenta para hacerse con la Presidencia de Estados Unidos, y ahora, en burda burla a todo lo acontecido y no obstante que acumula 78 cargos, que representan un total de “561 años de cárcel”, según sus propios cálculos, está ubicado en un inconcebible primer lugar en su partido. el Republicano, y en un segundo, en toda esa gran nación que prueba, una vez más, que la condición retrógrada, con ligeras variantes, está arraigada en la masa ciudadana. Es cierto, es una nación dividida no por ideologías, sino por vulgares supra intereses económicos.
Las páginas cibernética de los grandes medios internacionales, entre ellos “La Vanguardia”, afirman que Donald Trump volvió este jueves a Washington, pero no como soñó en su imaginario que atisba un enero del 2025 entrando triunfal, como un emperador que regresa de luchar contra los infieles, que se escucha así mismo en el discurso de toma de posesión de la Casa Blanca, con la seguridad en su soberbia, con lleno total de los fieles a su causa, proclamando venganza contra todos aquellos “enemigos” que se atrevieron a imputarlo ante los tribunales.
Sin embargo, la crónica nos relata que en esta ocasión llegó a la capital del país como presunto delincuente para ser detenido, tomarle las huellas y comparecer ante la jueza Moxila A. Upadhyaya -el caso lo supervisará la magistrada Tanya S. Chutkan-, por estar acusado de conspirar para anular el resultado de las elecciones del 2020 y perpetuarse en el poder, algo inédito a lo largo de la existencia de Estados Unidos.
Como era de esperarse, Trump se declaró “no culpable” de la conspiración para anular las elecciones del 2020, y porque su meta es perpetuarse en el poder
“No culpable”, afirmó. Lo mismo que sostuvo en abril en Nueva York, procesado por sobornar a una actriz porno para que guardara silencio, y en Miami, imputado por robar secretos altamente clasificados. Ahora los reporteros narran que en “el entorno del edificio judicial E. Barrett Prettyman, por donde ya han pasado más de 1.000 insurrectos por la invasión del Capitolio, contó con un despliegue especial de seguridad. No hubo incidentes y, como ocurrió en sus otras dos comparecencias, el apoyo de sus seguidores se quedó muy corto para su gusto en cuanto a masas.
Siguiendo su conducta habitual, el acusado calentó el ambiente con un mensaje en su red social poco antes de salir de su mansión de Bedminster, Nueva Jersey, rumbo a su pesadilla.
“Voy a Washington para ser arrestado por haber impugnado unas elecciones corruptas, amañadas y robadas”, pregonó. “Es un gran honor porque estoy siendo arrestado por vosotros”, insistió al estilo salva patrias.
En la sala del tribunal estuvo a escasos cuatro metros del fiscal Jack Smith, su némesis. “¿Ha tomado hoy fármacos?”, le preguntó la juez. “No”, respondió”, el expresidente.
Una vez que se declaró inocente, después de que la juez le leyera los cuatro cargos, el fiscal Thomas P. Windom indicó que no se oponían a la libertad, siempre que no se comunique con los testigos.
Entonces la magistrada avisó al acusado de que, si viola las condiciones de libertad, podría ser arrestado y se revocaría el acuerdo actual, y llegaría a juicio en detención, así como recibir una condena más larga. La próxima audiencia será el próximo día 28. Trump tiene que comparecer en Florida, cinco días antes, el 23, porque está previsto el primer debate entre aspirantes a la candidatura republicana.
Lo mismo ocurre con Genaro García Luna, el secretario Seguridad Pública y en otros diferentes puestos en las administraciones de Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, su juez vuelve a diferir la fecha de la sentencia por las argucias legaloides de sus quipos de abogados.
Existen analistas muy reconocidos que aseguran que, de esta no se salva Trump, nosotros no quisiéramos ser escépticos, sin embargo, los antecedentes son favorables al magnate embaucador, mentiroso y poderoso, por ello mismo es de preguntarse: ¿A TRUMP LE ALCAZARÁN SUS MENTIRAS PARA EVADIR A LA JUSTICIA?
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com