A seis días de que Morelos retrocedió a rojo en el semáforo epidemiológico de riesgo de COVID-19, en los módulos instalados para toma de pruebas se registraron largas filas de personas que presentan síntomas o tienen sospecha de estar contagiados de coronavirus.
Este martes, los módulos instalados, apenas el lunes, en el Centro Histórico de Cuernavaca estuvieron abarrotados por cientos de personas que se formaron alrededor de la plaza de armas en espera que les realicen las pruebas rápidas de antígeno.
También, hubo algunas inconformidades porque en el personal de salud no daban las indicaciones específicas para agilizar la realización de pruebas.
“Uno pide informes y solo dicen que uno se forma pero no dan mayor información. Además debería haber una fila preferencial para adultos mayores”, destacó Carlos Hernandez, adulto mayor.
Lo mismo ocurrió en los módulos fijos que Servicios de Salud Morelos (SSM) habilitó desde el inicio de la pandemia en el Centro de Salud de Tlaltenango , Hospital General Parres en Cuernavaca, en el Centro de Salud de Xoxocotla y en el Hospital General de Cuautla.
En estos módulos, donde reciben a pacientes con cita, también se vieron abarrotados.
La quejas no se hicieron esperar, por ejemplo una ciudadana se quejó de un mal trato recibido por Osvaldo Rivas, personal de Servicios de Salud asignado al Centro de Salud de Tlaltenango.
“Se dirigió grosero y me etiquetó solo por preguntar porque una mujer que no estaba formada fue atendida antes que decenas que llegamos temprano y estábamos formados”, dijo la mujer.