Ayer comentaba con unos buenos Amigos de Cuautla sobre diversos temas, el principal el político y el secundario la pandemia. A mi se me hacen los dos igualitos.
De lo comentado resumo lo siguiente:
Vaya danzón que le tocó bailar a Pepe Urióstegui Salgado en Cuernavaca, era una melodía de disco rayado y que con bombo y platillo lo titulara AMLO: ¡herencia maldita!
¡Si pues!
Fue el renombrable Manuel Martínez Garrigós que creó este monstro que se llama “La Basura”, no tiene muchas cabezas, solo una, ¡dinero!
En noticieros dijo el buen alcalde Urióstegui Salgado, no salgan a tirar su basura, prepárenla en bolsas negras en orgánica e inorgánica pa´ que no se revuelva.
Cuando se candidateó a la alcaldía sabía en el berenjenal que se metía, baches, oscuridad, inseguridad, mugre, basura, falta de agua, laudos, contratos contraídos y no cumplidos, etcétera, etcétera.
Hoy quisiera no decirle: “a rajarse a su tierra” y no es a La Joya como dice su referencia biográfica, sino al mero Cuernavaca.
Puede sacar al buey de la barranca, siempre y cuando, concerté con el gobernador del estado, con el ariete mexicano, con el águila que cae, con el chido de Tepito, con el ódiame más, con Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Así es, con el mero Cuauhtémoc a quien recientemente defendiera el presidente López Obrador, diciendo que son “politiquerías” lo que a él se le enjareta. Hoy ya es una blanca paloma y no un Águila y menos un zopilote, es un político que empezó diciendo “yo no soy político” y ahora lo es y como Juan Salvador Gaviota emprenderá grandes vuelos con el impulso de AMLO retando a la gravedad social.
Es de llamar la atención de que el presidente se preocupe así por un ente político, lo hizo con Marcelo, con Claudia, con Augusto, con Ricardo, no, con ese no, pero me atrevo a ver que su quinto As bajo la manga es el único, el magnífico, el miembro de Chicago Fire, el camote de Puebla, el tiburón sábalo de la selva Macuspana, Cuauhtémoc Blanco.
Si y no estoy doble AA, ni pacheco, ni mafufo, sino todo lo contrario.
Hace unos siete años cuando los hermanos Yáñez dijeron que Cuauhtémoc sería su candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca, dije ante lo inverosímil, “ese cuate va a ser gobernador y en un descuido hasta presidente”.
Imaginen en la ciudad de Hermosillo a Monreal y a Cuauhtémoc, ¿a quién le van a aplaudir? O en Tuxpan, Nayarit con Claudia y el Temo ¿a quién aplaudirán”, o a Augusto Adán en Valle Hermoso Tamaulipas al lado del mi joronche, a ¿quién vitorearán?
¿Por qué ganó el Temo en Cuernavaca?, porque era el ¡ariete nacional!
A muchos le va a sonar como un meme, como una broma de mal gusto, como una mala pasada y si, sí es una mala pasada de San Andrés de Macuspana que se haga el milagro presidencial en la figura del “juandieguero” Cuauhtémoc Blanco, por lo pronto ya lo empezó a plazear, ayer lo llevó a Veracruz.
Amigos la semana tiene siete días y ¡Gracias a Dios es viernes!